Se acerca diciembre y para gran parte de los estudiantes universitarios comienza un mes en el que dan inicio a su práctica laboral, periodo en el cual tienes la oportunidad de aplicar los conocimientos aprendidos en la sala de clase, pero también de desarrollar habilidades blandas y de demostrar otras competencias valoradas por las compañías, como responsabilidad, capacidad de trabajar en equipo y comunicarse, espíritu de colaboración y disposición para aprender; actitudes que pueden marcar la diferencia a la hora de que la compañía decida tu continuidad en la organización.
Es importante que conozcas la importancia del proceso previo o de postulación, ya que antes de comenzar a enviar solicitudes indistintamente a las empresas, es clave que tengas claro cuál es el rubro que más te gusta y que te empapes de la cultura de la compañía a la que quieres pertenecer, considerando que este es el primer paso en el desarrollo de tu carrera profesional. Una vez inserto en el sector y en la organización de mayor preferencia, debes enfocarte en realizar un buen trabajo, ya que esto puede derivar en conseguir tu primer empleo formal.
Pero, ¿cuándo una empresa considera que has realizado una gestión destacada? Cuando no solo te centras en demostrar conocimientos técnicos, sino que también cuando tu actitud es la correcta. En este sentido, las claves son mostrar interés por aprender, lo que se refleja exponiendo, en la medida de lo posible, ideas propias, consejos y sugerencias para el éxito de los proyectos encomendados; evidenciar entusiasmo en cada una de las tareas diarias; ayudar y tomar la iniciativa, pero no olvidando cuáles son tus funciones y cuidando no extralimitarte. Debes mostrarte proactivo y eficiente; generar un buen clima de trabajo; tener capacidad de adaptación a la cultura de la empresa, ser empático y flexible y mostrar autonomía.
Observar y relacionarse también es clave, debido a que este es tu primer acercamiento con el mercado laboral y con tus futuros colegas, por lo tanto, es bueno entablar relaciones de confianza y generar redes. Otros factores a tener en cuenta son tomar esta experiencia como una oportunidad de crecimiento personal y desarrollo profesional, ya que es una buena instancia para que el sepas cuáles son tus debilidades y luego trabajar en ellas; no elegir la práctica basándote únicamente en el sueldo, sino que evaluando también la empresa y el tipo de funciones que vas a desempeñar; y por último, tomar en serio esta etapa, puesto que es tu primer acercamiento al mundo laboral y te puede abrir muchas puertas en el futuro.