La iniciativa es una de las cualidades más valoradas en la actualidad por las empresas y los profesionales de recursos humanos. Además, permite a las personas diferenciarse y destacar sobre otras a la hora de afrontar un proceso de selección laboral.
Disponer de competencias como la iniciativa, creatividad, proactividad, positividad o don de gentes -especialmente en trabajos de cara al público- se traduce, a menudo, en mayores oportunidades de trabajo y de desarrollo de carrera. Por esta razón, es importante que muestres siempre la mejor versión de ti mismo y expongas todo tu potencial. Eso sí, trata de mantenerte fiel a tu personalidad y huye de mentiras y engaños que no te servirán para nada.
¿Cómo reconocer a una persona con iniciativa?
Ser una persona con iniciativa supone, en gran medida, tener decisión y predisposición a la hora de proponer mejoras e ideas relacionadas con el trabajo. A menudo, estos talentos pueden identificarse porque responden a una serie de características comunes.
Por un lado, son capaces de tomar decisiones de forma clara y concisa, asumiendo la responsabilidad que ello supone. Además, no necesitan de una motivación externa para actuar consecuentemente.
Por otro lado, tienen sentido crítico, lo que les posibilita desarrollar o plantear acciones y proyectos con creatividad. Es por esto por lo que son idóneos para ofrecer soluciones ante problemas o dificultades que surgen de forma inesperada.
Si tienes la suerte de encontrarte con un compañero de trabajo que cumpla con estos requisitos, aprovecha la situación para acercarte a él. Probablemente puedas aprender mucho de la forma en la que se enfrenta a la rutina diaria, incluso en las situaciones más críticas.
5 consejos para mostrar lo mejor de ti mismo
¿Has analizado los puntos anteriores y te has dado cuenta de que no cumples con ellos al 100%? Por suerte, la iniciativa y la proactividad son actitudes y cualidades psicológicas (también conocidas como soft skills) que pueden adquirirse con la práctica. ¡Prueba aplicando estos cinco consejos!:
1. Toma tus propias decisiones: guíate por el conocimiento, sé coherente y propón soluciones. Pero, sobre todo, trata de ser fiel contigo mismo. Evita actuar bajo la influencia u opinión de terceros o las reacciones que puedas generar en ellos.
2. Sé positivo y motivador: generarás confianza y credibilidad no solo en el equipo, sino también entre tus responsables. Aprovecha los errores para aprender de ellos y contribuye a que el trabajo salga adelante.
3. Analiza las cosas con perspectiva de futuro: si miras más allá del día a día, pensando también a medio y largo plazo, podrás anticiparte a posibles problemas, planificar mejor las tareas y optimizar el tiempo.
4. Aprovecha las oportunidades y sé creativo: traza tu línea de objetivos profesionales y utiliza todo aquello que pueda ayudarte a alcanzarlos. Demuestra tu creatividad, muéstrate como alguien único y no trates de seguir el mismo camino que ya han realizado otros. ¡Utilízalos solo para inspirarte!
5. Trabaja en equipo y aporta tus ideas: participa en los equipos de trabajo, expón tus opiniones, ideas y pensamientos sin miedo a que sean rechazados.
¿Qué beneficios tiene?
Adquirir una actitud con iniciativa en el trabajo permite desarrollar una gran seguridad, además de potenciar la marca personal. Pensarás más rápido y, con la experiencia, tu porcentaje de acierto irá en aumento.
De la misma forma, si estás al frente de un equipo de personas, tener iniciativa y ser proactivo favorecerá que los demás te respeten y te acepten como líder. En muchos casos, incluso, adoptar una postura que responda a estas características puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso.
En definitiva, es un esfuerzo que posibilita que se alcancen las metas y se cumplan las responsabilidades individuales. Algo que, para las empresas, supone aumentar sus ventas, reducir costes o innovar frente a la competencia, entre otras ventajas.
Mostrar la mejor versión de ti mismo no solo te ayudará a encontrar trabajo. Si ya lo tienes, te permitirá promosionar tu carrera profesional, adquirir nuevas competencias y, sobre todo, no desaprovecharás las oportunidades que puedan llegar a surgir.
Sin embargo, una ausencia de iniciativa puede traducirse en el estancamiento de la carrera profesional y falta de motivación, además de generar dependencia en que sean otros quienes marquen el camino a seguir.
Y tú, ¿eres una persona con iniciativa en el trabajo?