Hay un sinnúmero de recursos que ofrecen un asesoramiento detallado a los candidatos que se preparan para una entrevista de trabajo. Hemos publicado algunas nosotros mismos.

Sin embargo menos discutido es la forma de prepararse si tú eres el que realiza la entrevista. Tal vez suponemos que la persona que ha llegado al punto en el que se encarga de realizar entrevistas, es porque sabe lo suficiente para conocer cómo hacerlo. Aunque la realización de una entrevista puede parecer que se explica por sí misma, hay un arte detrás de ella. Cualquiera puede llevar a cabo este tipo de reuniones, pero son pocos los que lo hacen muy bien. Aquí hay algunos consejos y trucos para aprovechar al máximo todas las preguntas que puedes hacer.

Preparar de antemano y tener un plan de juego listo

La realización de una entrevista es igual que cualquier otro tipo de reunión. Normalmente no haces una presentación a tu jefe si no conoces el material que estás presentando y teniendo clara una estrategia. Haz un plan y prepara tus preguntas con anterioridad, lo más importante de todo, decide qué habilidades y rasgos son los que buscas en los candidatos. Después de todo, si no sabes lo que está buscando, es bastante difícil de evaluar si el candidato encaja. Y. ¿no es el punto central de una entrevista de trabajo?

Antes de la realización de una entrevista, debes:

Revisar la descripción del puesto.
Leer el curriculum vitae y carta de presentación del candidato.
Saber lo que estás buscando en los candidatos.
Preparar una lista de preguntas clave.

Realiza la entrevista en un lugar tranquilo, cómoda

Las entrevistas son para determinar el encaje correcto entre el empleador y el empleado, y vice versa. La persona a la que estás entrevistando evalúa la cultura de la empresa y el ambiente de trabajo así como tú la evalúas a ella. El lugar donde se realiza la entrevista dice mucho. Se debe sacar el máximo provecho de esa primera impresión.

Un lugar tranquilo, bien iluminado, con asientos adecuados es ideal. Evitar la realización de entrevistas en las zonas comunes donde los colegas pueden interrumpir o hay otras distracciones. El candidato debe ser el único foco de tu atención durante la entrevista.

Comienza con lo básico y luego avanzas hacia lo complejo

Comienza con un tono ligero para que el candidato se sienta a gusto. Lo más probable es que la persona que estás entrevistando esté nerviosa, entusiasmadas por el trabajo y quiere dar el mejor paso para seguir adelante. En lugar de poner a prueba sus nervios saltando de inmediato a las preguntas más complejas, comienza con un tono más ligero, deja que el entrevistado se sienta cómodo y luego comienza con esas preguntas, una vez que el candidato esté en mejor posición para dar una respuesta adecuada.

Evita hacer preguntas si ya tienes la respuesta

Adopta esta regla de oro: si la pregunta se puede responder con un rápido vistazo al CV, no la hagas:

Algunas de las peores ofensas a esta regla:

¿Cuál fue tu último trabajo?
¿Cuántos años de experiencia tienes?
¿dónde fuiste a la escuela?
¿Cuál es tu profesión?
¿Tiene certificación en XX?

Hacer estas preguntas (y otras como éstas) es una pérdida de tiempo para ti y para el entrevistado, da la impresión de que no te molestas en leer el curriculum vitae o que no te preparaste para la entrevista. Si pareces mal preparado o desinteresado, el candidato puede preguntarse si éste es el lugar indicado para trabajar.

Incluye algunas preguntas abiertas

A medida avanzas en la entrevista, guía la conversación con preguntas abiertas. Limitarse a preguntas que se pueden contestar en una oración o dos puede dar lugar a respuestas aburridas y que revelan muy poco sobre el candidato. Da al entrevistado la oportunidad de abrirse sobre sus objetivos de carrera, el valor de su experiencia y otros temas relevantes, así encontrarás que las respuestas a estas preguntas proporcionan los conocimientos más genuinos.

ejemplos de buenas preguntas abiertas:

Háblame de tus objetivos de carrera durante los próximos 5 años
¿Cuál crees que sería tu primer mes en este cargo?
¿Cuál consideras que es tu mayor logro?
¿Cuál es tu lugar favorito y por qué?
¿Te consideras más creativo o analítico, y por qué?

Sé abierto y amable, pero profesional

Debes mostrarte abierto y amigable con los entrevistados. No hay nada malo con un saludo alegre y una broma para romper el hielo - después de todo, la persona entrevistada está probablemente nerviosa y esto conducirá a una mejor entrevista. Sin embargo, debes ser absolutamente consciente de los límites profesionales. Esta persona puede trabajar contigo o para ti un día. Evita preguntas personales que pueden ser malinterpretadas. Una cosa es construir una relación con los candidatos sobre la base de intereses comunes y otro hacer preguntas indiscretas o invasivas.

Escucha lo que está diciendo el candidato

No creerías cuántas veces los entrevistadores hacen preguntas, y sintonizan las respuestas porque están esperando una variante de la misma respuesta de siempre. El objetivo de la realización de una entrevista es llegar a conocer al candidato, por muy tentador que sea interrumpir a alguien cuando empieza a divagar, déjalos terminar y hazles preguntas en base su relato, ya que no están pre-planeadas y el candidato no puede esperarlas.

No tengas miedo de hablar del cargo

Si amas tu trabajo y la empresa para la que trabajas, no tengas miedo de vender el cargo.Las entrevistas son calle de dos vías. Sin duda tú decides si el candidato pasa a segunda etapa, pero el candidato también evalúa si quiere pertenecer a la compañía que lo está entrevistando (y contigo). Si hay algunos beneficios debes darlos conocer, así como la gran cultura de la oficina! Nunca se sabe qué otras ofertas pueda tener, dales una razón para elegir la tuya.

Da al candidato la oportunidad de hacer sus propias preguntas

Una parte importante de cada entrevista es dejar que el candidato haga sus propias preguntas. Si el candidato está entusiasmado con el cargo, es probable que tengan preguntas. Debes responder de la forma más veraz posible. Endulzar los hechos puede conducir a la desilusión futura.

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