Santiago, octubre de 2024. Randstad, líder global en servicios de Recursos Humanos, ha destacado las 5 razones clave por las cuales las organizaciones deben enfocarse en cerrar la brecha de género en el ámbito laboral. Entre los principales factores se encuentran: la mejora de la imagen y reputación de la empresa, mejores resultados económicos, mayor creatividad e innovación, atractivo como empleador, y la obtención de una mayor licencia social. Estos elementos subrayan que alcanzar la equidad de género no solo es una cuestión de justicia, sino también una estrategia rentable y beneficiosa para las empresas.
El mundo del empleo está hoy en medio de una revolución. En parte por el avance de la tecnología y la digitalización, pero mucho más por el cruce entre tecnología y cambios sociales, el verdadero combustible de los nuevos paradigmas que están desafiando las estructuras del mundo del trabajo tal y como lo conocemos.
La persistente brecha de género en el ámbito laboral responde a múltiples causas y factores. Desde el sostenimiento de la expectativa social de que sean las mujeres las principales proveedoras de cuidado familiar, hasta el debate no zanjado sobre si los sistemas de cupos son efectivos para lograr equidad en el ámbito laboral, pasando por los estereotipos de género asociados a las profesiones que culturalmente se siguen reproduciendo, a pesar de los nuevos paradigmas asociados a una mayor diversidad que traen las nuevas generaciones.
Mucho se ha avanzado en los últimos años para cerrar la brecha de género en el ámbito laboral, aunque la pandemia ha impactado negativamente en ese proceso y queda todavía mucho camino por recorrer para hacer realidad el cambio cultural en relación a lo que la sociedad espera que sean y hagan hombres y mujeres.
“En Randstad estamos convencidos del valor que genera la diversidad, por eso trabajamos internamente y con nuestros clientes para que sus procesos de búsqueda y selección de talento se focalicen en las competencias y habilidades de las personas y no en su género u otros factores que pueden generar sesgos que comprometan el valor de la diversidad en el proceso de reclutamiento”, afirmó Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.
Estas son las 5 razones por las cuáles la igualdad de género en las organizaciones no es solo una cuestión de ética y equidad, sino también un buen negocio. Ser una empresa diversa e inclusiva tiene múltiples beneficios:
Eleva la imagen y la reputación
Una estrategia de negocios alineada con una visión organizacional diversa y comprometida con la equidad de género incide de manera directa en la imagen corporativa y la reputación de las compañías. Las empresas socialmente responsables son percibidas de manera positiva por el conjunto de la sociedad y pueden capitalizar los beneficios de su posicionamiento y reputación frente al público interno y externo.
Mejora los resultados económicos
Una cultura organizacional basada en la diversidad e inclusión tiene una incidencia real y medible en el negocio y se traduce en empresas con mejores resultados. La diversidad tiene un impacto cuantitativo en mayores ventas y utilidades porque un equipo diverso podrá identificar y entender mejor qué es lo que quiere y necesita su público objetivo. Esto se debe a la simple razón de que para cualquier empresa su clientela es amplia y diversa y podrá entenderla mejor si su dotación también lo es.
Impulsa la creatividad y la innovación
Las políticas de igualdad de género y diversidad permiten conformar equipos de trabajo innovadores y creativos, basados en el respeto y en la aceptación de las diferencias como un hecho generador de valor. Los equipos de trabajo diversos -no sólo en materia de género- son altamente competitivos, alcanzan mejores resultados, cuentan con una visión superadora y arriban a soluciones más eficientes, innovadoras y originales a los desafíos de la gestión.
Refuerza el atractivo empleador
La diversidad tiene un impacto positivo en los valores que fortalecen la marca empleadora, un aspecto crucial en un entorno donde el talento marca la diferencia. Fomenta la reputación de la organización, proyectando su imagen como un excelente lugar para trabajar gracias al compromiso con la inclusión y la igualdad de oportunidades. Internamente, esto mejora el clima laboral, el compromiso y la fidelización de los colaboradores. Externamente, refuerza la capacidad de la empresa para atraer al talento clave que necesita, mostrando sus valores y cultura, y haciendo que otros también deseen formar parte de ella.
Accede a la licencia social
Las empresas deben estar atentas a esa demanda social y estar a la altura de las circunstancias, para acelerar los cambios que se reclaman en materia de equidad de género. La mirada social está puesta por completo sobre el obrar de las compañías y presiona cada vez más, reprochando la falta de valores y de compromiso con estos temas fundamentales de la agenda pública. Aquellas organizaciones que no tengan un compromiso activo para generar ámbitos de trabajo en el que hombres y mujeres accedan con equidad a las mismas oportunidades de desarrollo, tendrán mayores complicaciones para que sus clientes y otros stakeholders le brinden la licencia social que necesitan para operar.
“Hoy en día, la sociedad tiene el debate y problemática de género más presente que nunca y espera más acción tanto del Estado, como de las empresas, sindicatos, ONG e individuos. Estamos viviendo un momento único, donde las condiciones están dadas para avanzar significativamente hacia la equidad. Sin embargo, para que las mujeres logremos ocupar más espacios de decisión en el ámbito laboral, es esencial acelerar el ritmo de cambio. También es necesario que los hombres asuman un mayor protagonismo en el hogar y la familia", afirmó Andrea Ávila.
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