El trabajo a distancia está en alza. Hace apenas algunos años podía sonar descabellada la sola idea de impulsar y fomentar el home office. Sin embargo, gracias a diversos factores, la tendencia se consolida como parte de una realidad no muy lejana.
Revisamos aquí cinco claves para comprender el fenómeno:
- Drivers: La masiva adopción de dispositivos personales (notebooks, tablets y smartphones) facilita el ascenso del teletrabajo, como oportunidad y como objeto de interés, y brinda el soporte material para trabajar desde cualquier parte que posea una conexión a Internet. Pero esta tendencia creciente no se apoya solamente en la tecnología. La presencia disruptiva de la Generación Y en el mundo laboral también hace su parte, proponiendo nuevos paradigmas de flexibilidad e impulsando mejoras en términos de balance entre vida privada y trabajo en las empresas.
- Todos se benefician: A priori, el teletrabajo beneficia a todos. Los trabajadores lo quieren para ahorrar en transporte y comida, además del tiempo ganado al evitar el viaje de ida y vuelta, que en muchos casos es de una, dos y hasta tres horas diarias. Los empleadores también pueden verse beneficiados porque, si bien es necesario garantizar un ambiente propicio para trabajar desde el hogar, aun así permite reducir costos de oficina y mejorar el ambiente laboral al ofrecer la tan ansiada flexibilidad a sus colaboradores. Para los padres con hijos en edad escolar y las madres con niños en etapa de lactancia, la flexibilidad que permite el trabajo remoto es uno de los factores más relevantes a la hora de considerar los beneficios que ofrece una marca empleadora. Hasta el medio ambiente tiene beneficios indirectos, ya que una gran cantidad de empleados en la modalidad de teletrabajo contribuye a reducir el tráfico vehicular, y con ello las emisiones y la contaminación sonora y visual.
- Dimensión y marco: La posibilidad de modificar el Código del Trabajo para establecer flexibilidad de las jornadas laborales por medio del trabajo a distancia o teletrabajo, ya es una realidad en Chile. En junio, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, anunció el pronto envío al Congreso del proyecto que buscará modernizaciones en este ámbito.
- Ideal para los freelancers: Un concepto que se arraiga cada vez más en el mundo laboral es la presencia del trabajador 3.0, que posee sus propias tecnologías y herramientas, busca flexibilidad de horarios y lugares para trabajar, lleva adelante su marca personal y trabaja de forma freelance, creando sus propias condiciones laborales. Una gran cantidad de estudios internacionales indican que el reclutamiento se irá moviendo en esa dirección: un gran mercado de trabajadores libres que proveen servicios personalizados de forma remota serán el complemento ideal para las dotaciones “tradicionales”.
- No todo es color de rosas: El teletrabajo también tiene sus aristas de cuidado. Muchas veces los que trabajan desde casa se encuentran ante el desafío, no siempre fácil de afrontar, de organizar su propio tiempo con eficiencia sin una estructura rígida de horarios, conductas, vestimentas y jerarquías que le den un marco de referencia. También puede hacer que el trabajador pierda la noción de dónde termina la vida y dónde empieza el trabajo. Esto puede a su vez aumentar el estrés y multiplicar el tiempo real de trabajo. Las empresas que ya lo emplean, por otra parte, recomiendan mantener algunos días de trabajo presencial en la oficina, para que los teletrabajadores no pierdan el contacto con la realidad material de la organización. Esta realidad, representada por las cosas más cotidianas del lugar de trabajo, como los colegas, las reuniones y los espacios físicos, es muy importante para no sentirse aislado.
Estas son solo algunas claves para entender el fenómeno del teletrabajo. El tiempo dirá cuán fuerte es la tendencia y si estamos realmente preparados para trabajar fuera de la oficina.
Y tú ¿estás preparado para el teletrabajo?