blog_image_71F3BDDC-F20A-43B5-8CAA-C556E4CA9253.jpeg
blog_image_71F3BDDC-F20A-43B5-8CAA-C556E4CA9253.jpeg

Que el mercado del trabajo ha cambiado drásticamente durante los últimos años, es un hecho. Nuevas generaciones han ingresado al mundo del empleo, las motivaciones y necesidades de los trabajadores de todas las edades se han renovado, e innovadoras tecnologías han irrumpido en Chile y en el mundo, modificando la forma de convivir y relacionarnos en todos los ámbitos.

Así lo demuestra la última edición del Workmonitor, estudio de tendencias de Randstad; en el cual 74% de los chilenos sostiene que le gustaría trabajar desde su casa u otro lugar, pero que su compañía no se lo permite.

Con esto, Chile obtiene el segundo lugar en el ranking mundial con el puntaje más alto de personas con ganas de desempeñar sus labores fuera de la oficina, luego de Grecia (75%), empatado con Singapur (74%) y por sobre el promedio mundial (64%). Asimismo, y en línea con lo anterior, 75% afirma que todavía lleva a cabo sus tareas de la manera tradicional, es decir, detrás de un escritorio durante gran parte de la jornada.

Desde la consultora señalan que este escenario confirma que las compañías, tanto nacionales como multinacionales, deberán modificar su forma de visualizar el empleo y reestructurar su parrilla de beneficios, ya que si esto es valioso para gran parte de la población laboralmente activa, resulta esencial buscar fórmulas para poder ir avanzando hacia una estructura de trabajo menos convencional, en la cual prime el cumplimiento por objetivos por sobre las horas que la persona esté en la oficina.

Para esto, las organizaciones tendrán que adecuar la forma en que ponen a disposición la información, de manera que se pueda trabajar desde cualquier lugar y dispositivo. En este sentido “la nube” está siendo la mejor opción para las empresas que han decidido dar los primeros pasos en el trabajo a distancia, facilitando herramientas para poder conectarse a reuniones por video conferencias y reportar en plataformas sin necesidad de estar en la oficina.

Incluso, actualmente muchos talentos han optado por emprender y así no tener la obligación de estar tras un escritorio; de ahí la urgencia de buscar métodos que apunten a suplir esta necesidad y no perder talento porque a la persona le pareció más interesante formar su propia empresa o irse a la competencia.

Lo importante es ganar posicionamiento como marca empleadora atractiva y no perder competitividad ni liderazgo, observando de manera temprana cuáles son los beneficios de implementar prácticas como el home office, como el aumento de productividad y el ahorro de costos, tanto para la organización (infraestructura) como para el trabajador (traslados).



De todas formas, si bien existen organizaciones que por la estructura de su negocio les complica implementar el teletrabajo o el modelo home office, esto no significa que no sea posible llevar a la práctica iniciativas que apuesten por mejorar la calidad de vida de los trabajadores al interior de la oficina. Ya hoy en día hay múltiples y cada vez más innovadoras formas que apuntan a esto.

Por ejemplo, el Job Crafting, o construcción del trabajo, es una técnica que permite dar un nuevo enfoque al puesto de empleo a través del cambio proactivo y la adaptación a la forma de ser de cada persona. En pocas palabras, supone amoldar la dinámica de trabajo diaria a las particularidades de cada empleado. Por otro lado, hoy muchas organizaciones están apostando por el diseño de oficinas abiertas y con espacios recreativos, en las cuales ni siquiera hay puestos de trabajo asignados. 



Respeto a los otros países Latinoamericanos que participan en el estudio, luego de Chile, sigue México, con 72% de trabajadores que indican su preferencia por trabajar en su casa o en otra locación, seguido por Argentina y Brasil, ambos con 70%. En cuanto a los que continúan realizando sus labores de manera convencional, el ranking es encabezado por México (81%), seguido por Chile y Brasil (ambos con 75%); y finalmente por Argentina (74%). De todas formas, todos son porcentajes bastante altos y reflejan que la Región está lejos de naciones como Holanda, en donde la cifra llega a 47%; de Suecia, con 51%; o de Nueva Zelanda y Noruega, ambas con 55%, que son países que llevan más años implementando prácticas de trabajo innovadoras.



Por otro lado, el estudio también indaga sobre el número de trabajadores que señala que puede trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento gracias a su agilidad para desempeñar las labores. En Chile llega a 33%, ocupando el número 27 en el ranking mundial, solo por sobre República Checa (26%), Grecia y Luxemburgo (27%), Polonia y Hungría (28%) y Bélgica (32%). Los trabajadores más multifacéticos en este aspecto son los de Malasia, con 55%; Alemania, con 52%; y Francia y China, ambos con 51%.