A la hora de explicar qué es la Industria 4.0 podemos encontrar diversas definiciones que nos aproximan a este término cada vez más presente en las empresas.
Una de ellas es la que la categoriza como el siguiente paso en la digitalización del sector industrial. Según McKinsey&Company, esto es debido al impulso de cuatro factores: “el asombroso aumento en los volúmenes de datos, la potencia de cómputo y la conectividad; la aparición de capacidades analíticas y de inteligencia empresarial; nuevas formas de interacción hombre-máquina; y mejoras en la transferencia de instrucciones digitales al mundo físico, como la robótica avanzada y la impresión tridimensional”.
Este proceso supone un cambio disruptivo en la mentalidad más generalizada de los empresarios del sector industrial. Se buscan personas con talento capaces de formar parte de la evolución y se necesita una adaptación técnica de las fábricas, que son cada vez más inteligentes.
¿Qué ofrece la Industria 4.0?
A través de la digitalización, el sector industrial puede verse beneficiado por diversos motivos:
Integración de Cobots, o robots colaborativos, que ayudan al trabajo diario de la fábrica.
Introducción de Cloud Computing que facilita el ahorro de costes operativos, mayor flexibilidad y seguridad laboral.
Capacidad de adaptación a la demanda.
Personalizar el servicio al cliente.
Ahorro de costos y tiempo en la producción.
Mejora en el servicio post venta.
Gestión y análisis de datos de la cartera de clientes y proveedores.
Potencia la energía eficiente y descentralizada.
El perfil que buscan las empresas
Los avances tecnológicos en las empresas demandan perfiles preparados para encarar las nuevas tareas. Esta tendencia al alza demanda ingenieros especializados en automatización industrial con experiencia, idiomas y atención al cliente.
Básicamente, las necesidades a cubrir pueden resumirse en dos ramas diferenciadas: Ingenieros comerciales y perfiles técnicos, como programadores, jefes de proyecto o controllers.
En definitiva, la implementación de la industria 4.0 supone también una transformación organizacional: nuevos enfoques para la gestión del desempeño y capacidades, alineado con nuevas formas de trabajar.
Principios para convertirse en Industria 4.0
McKinsey&Company han identificado cinco principios que pueden ayudar a las empresas a convertir exitosamente soluciones de industria 4.0 en un impacto real en los resultados.
Fuente de productividad. Según sus cálculos, las empresas adaptadas digitalmente “están desatando el potencial de crear un valor equivalente a mejoras de eficiencia del 15 al 20%”. La eficiencia laboral es otro aspecto a tener en cuenta, ya que la gestión del rendimiento laboral combinada con la robótica tiene el potencial de “mejorar la productividad laboral en un 40 a 50% adicional”. Con todo ello, será más fácil de identificar las causas de los problemas con mayor antelación y resolverlas de la forma más rápida y efectiva.
Una solución para todos. A pesar de que los cambios tecnológicos empiezan en los departamentos IT, en este caso, la industria 4.0 supone una evolución que engloba al resto de áreas empresariales. Todos los cambios deben centrarse en los pasos que la compañía va a seguir para implementarlos.
La dirección ha de estar implicada. El 24% de las empresas encuestadas tiene asignadas responsabilidades claras con respecto a los esfuerzos de la industria 4.0. El riesgo que conllevan los cambios no puede delegarse, han de ser asumidos por las personas que tienen la última palabra en la toma de decisiones.
La tecnología necesita al hombre. Las soluciones tecnológicas son de fácil instalación pero su mantenimiento y correcto dominio corresponde al conocimiento e los profesionales correspondientes. Sin ir más lejos, la implementación de nuevas acciones requiere unas capacidades concretas que puede llevar a una transformación digital. Es aquí cuando los líderes de la compañía y los departamentos de Recursos Humanos han de trabajar en una estrategia conjunta para asegurar la búsqueda, captación y retención del mejor talento. Por eso, el equilibrio entre la tecnología y el toque humano se convierte en imprescindible.
Para terminar, comentar que para mantenerse rentable y competitivo en el entorno empresarial global de hoy en día requiere una mejora continua en productividad, calidad, agilidad y niveles de servicio. La industria 4.0 supone un salto evolutivo que permite acercarse más a la consecución de esos objetivos.