El talento es, sin duda, la pieza clave para el correcto desarrollo de una empresa. De su bienestar depende -en gran medida- la reputación de la organización, además de su productividad y resultados. Por ello, las compañías son cada vez más conscientes de la necesidad de lograr que sus profesionales vivan la mejor experiencia posible durante toda su relación laboral, un esfuerzo que repercute más que positivamente sobre el employer branding.
Pero ¿cómo se puede mejorar la experiencia del talento? Es necesario partir de una cultura organizacional que ponga en el centro el valor humano, para que cada paso hacia adelante en la implantación de nuevas tecnologías y estrategias sirva para fomentar un salto cualitativo en el entorno laboral.
Un giro de 180 grados en la cultura organizacional: el Employee Centricity
El Employee Centricity es la estrategia que coloca a las personas en el centro de la organización. Persigue involucrar, empoderar y motivar a los profesionales con el objetivo de mejorar su Employee Experience y, en definitiva, garantizar su bienestar.
Desde la propia selección y hasta el fin de la relación laboral, cada día resulta crucial en la fidelización del talento, algo que solo puede lograrse mediante la constancia. El Employee Centricity plantea una evolución de los modelos organizacionales verticales y jerárquicos hacia una redarquía que impregne cada fase de los procesos productivos desde sus raíces. Un compromiso recíproco entre el talento y la empresa garantizará los mejores resultados.
Cómo establecer una estrategia Employee Centricity en 10 pasos
La filosofía que promueve el Employee Centricity se basa en la máxima de que los colaboradores felices generan clientes felices. Es una estrategia que eleva las necesidades del talento al nivel de las propias necesidades de los clientes o consumidores. Prioriza su bienestar y lo hace de una forma activa y consecuente desde diversas acciones:
- Escuchar activamente a los profesionales.
Las buenas ideas pueden surgir en cualquier escalón del esquema organizativo. Desde el talento junior hasta el más experimentado, en una estrategia Employee Centricity todas las personas son igual de valiosas. Pero no solamente es necesario escuchar sus aportaciones, sino también atender a sus expectativas, intereses y necesidades. Así se le podrán proporcionar las herramientas y condiciones necesarias para desarrollar con éxito sus funciones, además de alentar su crecimiento. Es uno de los pasos fundamentales para garantizar un entorno sociolaboral psicológicamente saludable.
- Involucrar al talento en el diseño y desarrollo de los planes.
El Employee Centricity apuesta por un giro en la organización empresarial, una reestructuración de la clásica jerarquía de liderazgo vertical o autoritaria. Propone una descentralización del poder a favor de los profesionales, que adquieren una mayor responsabilidad y participación en el diseño y desarrollo de planes, además de una mayor autonomía. Es el llamado empowerment o empoderamiento del talento, al que se le proporciona un nuevo papel en la empresa con un carácter más activo, lo que ayuda a visibilizar sus capacidades e incrementa su compromiso y motivación.
- Implementar nuevas fórmulas de trabajo.
Las organizaciones empresariales están cambiando y parte de esa evolución se debe precisamente a la creciente preocupación por el bienestar del talento. El futuro tiende hacia la horizontalidad en la gestión del liderazgo. Un ejemplo de ello son las organizaciones Teal, que proponen un entorno dinámico como un organismo vivo en el que el talento es la pieza clave y su realización profesional, un objetivo prioritario.
- Contar con la colaboración de los Managers.
El papel del líder empresarial se transforma, debe convertirse en un promotor activo de los valores Employee Centricity y el máximo responsable de la consecución del óptimo entorno laboral. La mentalidad de “jefe” deja paso a la de GeFe, un gestor de felicidad que conoce las necesidades de su talento y colabora con él mano a mano para cumplir juntos los objetivos marcados.
- Ganar agilidad y flexibilidad.
La capacidad de adaptación a los cambios resulta fundamental en medio de un mercado competitivo en el que quedarse atrás supone perder oportunidades. Nuevas tecnologías, nuevos perfiles profesionales y nuevos métodos de trabajo se abren camino para agilizar los procesos productivos sin perder la calidad de los resultados. Con un marcado carácter Employee Centricity se erige la filosofía Agile, que sitúa a las personas en el centro. Son ellas las que tienen la capacidad de valorar y decidir los caminos a seguir en base a los resultados que se van obteniendo.
- Cuidar la relación con los empleados y colaboradores en todas sus fases.
En un entorno en el que las personas son el centro de la estrategia, no cabe una competitividad tóxica ni el distanciamiento entre equipos. La comunicación y una buena relación entre los diversos profesionales resultan claves para fomentar un entorno laboral agradable y productivo. Técnicas como el Team Building o el Bridge Building persiguen la mejora de las relaciones laborales mientras se logran soluciones transversales a las distintas situaciones que puedan plantearse.
Por parte de los líderes de una organización también debe existir un diálogo y una preocupación por el bienestar del talento, desde su onboarding hasta su desvinculación. Una alta calidad en las relaciones interpersonales entre equipos y líderes garantiza una grata experiencia laboral y, en consecuencia, una percepción positiva de la empresa como entorno laboral. De hecho, un buen ambiente de trabajo es la razón por la que el 41% de los españoles decide quedarse en una empresa.
- Diseñar planes de talento personalizados y adaptados a las necesidades de cada profesional.
Cada profesional puede contar con unas aptitudes, expectativas y necesidades diferentes, por lo que tratar de ofrecer la mejor experiencia laboral posible implica actuar desde esa individualidad. En una estrategia Employee Centricity, el plan de actuación confiere al profesional el mismo protagonismo que al cliente. Definir los diferentes targets “Employee Persona” puede resultar muy útil para planificar y generar momentos especiales adaptados a cada perfil, denominados “wow moments”.
Más personalizada es la novedosa herramienta de Recursos Humanos Employee Journey Map, que analiza el recorrido de cada profesional para identificar todos los impactos positivos y negativos que pueda tener la empresa sobre él, con el fin de limar obstáculos e incentivar su bienestar. Desde reconocimientos hasta un plan formativo o de carrera, son numerosos los alicientes que contribuyen a lograr la óptima experiencia.
- Aprovechar los beneficios de la tecnología.
La progresiva digitalización de las empresas de todos los sectores, no solamente del tecnológico, se ha convertido en una gran aliada en la búsqueda del éxito. Las soluciones tecnológicas se convierten en una herramienta que además de acelerar los procesos productivos, facilitan el trabajo a los profesionales y permiten atender a sus necesidades de forma personalizada. El teletrabajo es una de las posibilidades, especialmente en sectores muy digitalizados, que ofrece una mayor autonomía y libertad al profesional.
- Fomentar la innovación en el ámbito de RRHH.
En la misión de configurar el mejor entorno laboral posible, los departamentos de Recursos Humanos deben convertirse en mucho más que un equipo dedicado a la selección y promoción de candidatos. La clave reside en apostar por nuevas metodologías centradas en el diseño de experiencias más atractivas y motivadoras para el talento, como es el Design Thinking.
- Utilizar el marketing como referencia.
Del mismo modo en que el marketing persigue la atracción de los clientes, sus estrategias aplicadas a los Recursos Humanos se convierten en una herramienta idónea para atraer el talento e implantar procesos y metodologías que contribuyan a conocer, personalizar y mejorar su experiencia.
Procurar un Employee Experience óptimo es el requisito indispensable en la misión de lograr un excelente Employer Branding. Captar y fidelizar a los mejores profesionales es garantía de éxito y para lograrlo es fundamental contar con una reputación intachable. El talento puede convertirse en el mejor embajador de la marca, no solamente de cara a futuras incorporaciones, sino también desde la perspectiva social. Una organización que vela por el bienestar de su talento es una organización que ofrece un gran valor añadido marcado por la ética y la integridad.
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