El panorama laboral ha cambiado significativamente en el último año y la mayoría de las empresas ha tenido que modificar su hoja de ruta y las estrategias de gestión de talento.
Frente a esto, el Talent Trends Reports 2021, realizado por Randstad[1], analizó cuáles serán los desafíos que enfrentarán las compañías mientras avanzamos hacia la era post Covid.
Y es que no solo han surgido retos en torno al teletrabajo, sino que también en cuanto a las tácticas que las organizaciones deben desplegar si quieren retener y atraer talento, mantener colaboradores satisfechos, además de lograr procesos de reclutamiento y selección exitosos.
De hecho, de acuerdo a la edición del segundo semestre 2020 del Workmonitor[2], 71% de los encuestados señaló que, luego de transitar esta experiencia, espera que su empleador implemente políticas que permitan “proteger” su salario ante eventuales crisis, ubicándose primero a nivel Latinoamericano en este aspecto y tercero en el ranking internacional (ver cifras).
En este sentido, desde Randstad comentan cuáles son las 7 tendencias de gestión de talento que las firmas deben atender para enfrentar de mejor forma la incertidumbre:
- Foco en las competencias
Actualmente, las compañías se están focalizando en elaborar una estrategia de gestión de talento centrada en las habilidades de las personas más que en el trabajo o las funciones que éstas tienen que desempeñar. Si en 2020, al inicio de la crisis sanitaria, la mayor preocupación de los ejecutivos de RR.HH. era cómo incrementar y/o mantener la productividad, con 55%; este año los desafíos giran en torno a los empleados. Así, 58% considera que el principal reto será retener a los mejores y 55% piensa que desarrollar líderes con competencias sólidas para manejar el nuevo escenario marcado por la crisis, con un crecimiento de +22 y 18%, respectivamente.
- Salud y bienestar
Uno de los principales y más urgentes desafíos durante este tiempo ha sido la salud y el bienestar de las personas y, aunque las empresas se hayan tenido que adaptar a nuevas formas de trabajar, esta preocupación tiene que seguir siendo una prioridad para los líderes de las organizaciones. Gestionar eficazmente la seguridad y las necesidades emocionales de los trabajadores no solo atraerá y fidelizará talento, sino que también garantizará beneficios, al contar con una fuerza laboral más saludable y, por lo tanto, productiva.
- Teletrabajo y flexibilidad
Con la consolidación del home office, aparecieron nuevos retos para las áreas de RR.HH, tales como crear un ambiente laboral propicio para el home office (44%) y/o mantener a los empleados bien informados a pesar de la distancia física (42%). Frente a esto, durante 2020 la capacidad de operar de manera ágil y flexible fue un factor clave para la supervivencia de muchas compañías.
Por otro lado, la posibilidad de ubicar a la plantilla prácticamente en cualquier lugar ha supuesto una ventaja al desdibujar las fronteras. Esto representa beneficios para ambas partes, a los trabajadores les permite una mayor conciliación de horarios y libertad de elegir dónde vivir y desempeñar su actividad; mientras que para las organizaciones significa una reducción de los costos en arriendo de oficinas, aunque también implica una fuerte inversión tecnológica para dotar a la fuerza laboral de los medios necesarios para habilitar ese trabajo en red. Revisa el artículo flexibilidad laboral: una medida para enfrentar la crisis
- Transformación digital
En línea con lo anterior, la adopción de herramientas y formas innovadoras de trabajo ha hecho que muchas firmas hayan tenido notables ganancias de productividad, lo que -en parte- ha sido posible gracias a la aceleración de la transformación digital. La tecnología juega un papel muy importante en nuestras vidas, tanto es así que ha permitido que millones de personas hayan seguido desarrollando su trabajo o atendiendo a sus clientes a distancia y que muchos negocios se hayan reinventado, pese a la pandemia.
- Diversidad e inclusión
Durante los últimos años, muchas empresas han intensificado sus esfuerzos para ser más responsables socialmente y han impulsado medidas en las áreas de diversidad e inclusión, atrayendo talentos más diversos en entornos más inclusivos. De hecho, generar políticas de diversidad e inclusión en el lugar de trabajo aparece como un nuevo reto de RR.HH. 2021, con 20%. Una compañía que cuenta con una buena estrategia en este sentido logrará posicionarse encima de competidores que no apuesten por estos valores. Lee el artículo sobre inclusión laboral y cómo conseguir los perfiles requeridos.
- Formación continua
Con la llegada del Covid-19, la brecha entre las necesidades de las empresas y las competencias de los candidatos se ha visto incrementada y, por ello, el desarrollo profesional es decisivo, tanto para la competitividad de la organización como para el crecimiento de las personas. Así, abordar la escasez de talento calificado también entra en los principales desafíos 2021, con 19%.
Aquellas compañías que llevaban tiempo invirtiendo en la formación continua de sus empleados han logrado salir a flote de una manera más rápida y eficiente, por lo que dotar a la plantilla de los conocimientos necesarios para abordar ciertas situaciones no solo hará que esa firma esté preparada para futuras crisis, sino que también atraiga al talento que requiere.
- Reorientación de los equipos
El reskilling y el upskilling, es decir, el reciclaje y desarrollo de las personas, se han convertido en un objetivo prioritario en la gestión de talento con el objetivo de los trabajadores sean capaces de asumir nuevos papeles. Reducir la brecha digital y lograr unos equipos muy capacitados y competitivos es crucial para que la empresa pueda seguir creciendo. “En esta crisis, algunas organizaciones han tenido que reinventarse y dar un giro a sus procesos, a sus objetivos e incluso a sus productos y servicios, y ese cambio no hubiese sido posible sin gente con gran capacidad de adaptación”, concluye.
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[1] Estudio basado en encuestas a alrededor de 500 tomadores de decisión de diferentes sectores.
[2] Estudio semestral de Randstad realizado a empleados de 18-65 años que trabajan un mínimo de 24 horas a la semana y que tienen un trabajo remunerado (no considera independientes ni desempleados). El tamaño mínimo de la muestra es de 800 entrevistas por mercado.