Pocos sectores están experimentando tantas transformaciones como la industria de la ciencia. La investigación en pharma y en biofarmacéutica no solo evoluciona constantemente, lo que lleva a una voraz necesidad de habilidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) tradicionales y nuevas, sino que el requerimiento de roles comerciales también está impulsando a las firmas a ampliar su búsqueda de ingenieros, científicos de datos y especialistas en regulación.
Esto está sucediendo a medida que el rubro anticipa una gran demanda de productos y servicios en todo el mundo, debido al crecimiento de la población y al envejecimiento de la demografía en los próximos años. Asimismo, hay que sumar el hecho de que el rubro está experimentando una rápida digitalización y la brecha de habilidades se está convirtiendo en una gran preocupación entre sus líderes empresariales.
A medida que los datos emergen como la pieza clave para el futuro de la Ciencia, muchas compañías están tratando de cumplir con su estrategia digital mediante una fuerza laboral más especializada. Eso significa competir cara a cara con los gigantes de IT&C, cuyos talentos poco a poco se están moviendo al sector farmacéutico en búsqueda de oportunidades de crecimiento. Revisa 81% de los trabajadores estudiaría ciencia y tecnología si volviera a tener 18 años
Según Deloitte, se prevé que la tasa de crecimiento anual para el gasto en atención médica en 60 países aumentará un 5,4% entre 2018 y 2022; siendo de 2,9% de 2013 a 2017. Un factor a considerar en este crecimiento acelerado es el alza de la esperanza de vida en todo el mundo. A partir de esto, junto con el continuo crecimiento de la población a nivel global, la Ciencia está disfrutando de uno de sus mejores momentos.
La carrera por encontrar nuevos medicamentos, el crecimiento de los productos biofarmacéuticos, el aumento de los tratamientos alternativos y el flujo incesante de tecnología médica, están impulsando un mayor gasto, inversión y contratación en todo el sector. Con la demanda de nuevas terapias y diagnósticos, muchos empleadores están invirtiendo significativamente en las habilidades de su fuerza de trabajo, aumentando el valor de los expertos en especialidades como oncología, diabetes, ortopedia, manejo del dolor y otros.
Al mismo tiempo, la capacidad de aprovechar los datos, el desarrollo de tratamientos específicos para el paciente y la proliferación de dispositivos médicos IoT están marcando el comienzo de una nueva era de la medicina digital.
Para satisfacer las demandas de esta tendencia en alza, las compañías buscan emplear a más científicos de datos, expertos analíticos, desarrolladores y otros trabajadores calificados que históricamente no ha necesitado en cantidades tan grandes. Sin embargo, la creciente brecha de habilidades en el sector es claramente una preocupación para muchos ejecutivos de la industria. Y es que la búsqueda de nuevos tratamientos requerirá que las organizaciones busquen habilidades de alta demanda hoy en día, así como nuevas habilidades aún por descubrir.
Para responder a estas necesidades, algunas firmas están cambiando algunos roles, como pasar de un trabajo tradicional a uno flexible o considerar candidatos que no solo buscan un puesto permanente, sino que también a aquellos que trabajan por proyecto, no solo proporciona más agilidad comercial y eficiencia de costos, sino que también se vuelven empresas más atractivas de cara a los nuevos talentos.
Sin embargo, atraer talento para unirse a la industria sigue siendo un desafío. Mientras que Randstad Employer Brand Research muestra que los empleados en el sector están muy satisfechos, aquellos fuera de él están menos informados y menos conscientes de las propuestas de valor que ofrecen las compañías del rubro. Por otro lado, el sector necesita mejorar sus esfuerzos de retención. La investigación de Randstad señala que el 30% de los profesionales del sector dice que planea cambiar de empleo en los próximos 12 meses; mientras que el 20% dijo que ya se había movido en el año anterior.
Aun así, muchos de los que se desempeñan en la industria también sienten satisfacción al saber que sus esfuerzos sirven a un bien social mayor: mejorar el bienestar de las personas. Esta es una propuesta de valor y una ventaja que los empleadores del rubro pueden presumir en sus estrategias de atracción, pero por si solo no es suficiente para ayudar a las organizaciones a asegurar las habilidades que necesitan para continuar innovando y creciendo en los años venideros.