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A pesar de los grandes avances y transformaciones que han hecho evolucionar a la sociedad, en el ámbito laboral queda camino por recorrer. Actualmente, a nivel mundial existe una importante brecha salarial entre hombres y mujeres y, en Chile, la cifra llegó a 31,6% según INE, “Enfoque estadístico: género e ingresos”, publicación diciembre 2016

De acuerdo al estudio realizado por Glassdoor “Demystifying the gender pay gap”, Marzo 2016 *, tomando data desde el año 2008, revela que en los Estados Unidos los hombres ganan un 24,1% más que las mujeres. Sin embargo, si realizamos la comparación con trabajadores de edad similar, con un nivel de educación y años de experiencia parecidos, la brecha se reduce a 19,2%. Según la encuesta, una de las principales razones de que exista la brecha en ese país, tiene relación a las distintas carreras que socialmente están relacionadas a un género y, en este sentido, la presión social juega un rol importante, en el cual podría incidir en la decisión de seleccionar una carrera sobre otra. 

Con respecto a Chile, de acuerdo al estudio del INE publicado a finales del año pasado, la brecha incrementó en 1,9 puntos porcentuales con respecto al 2014 cuando se ubicaba en 29,7%. Al respecto, Natalia Zúñiga, directora de marketing y comunicaciones de Randstad comenta “la brecha salarial es reflejo de desigualdad y discriminación y falta de control y fiscalización. Si bien, hay un componente cultural, las empresas somos las responsables de generar políticas internas de salario basadas en descripciones de cargo que definan formación, experiencia laboral, habilidades técnicas y blandas. Recursos Humanos y Legal son clave en la implementación y control”. 

Con respecto a las diferencias por industria, el sector que presenta mayor brecha es el de salud, con un 47,8% y le sigue manufactura con 47,3%. Por su parte, el sector público es el que presenta la menor brecha salarial con un 14,5%. Sobre la cifra la ejecutiva comenta “esto podría mostrar que internamente el gobierno está trabajando en esta problemática. El desafío está en la generación de políticas públicas a fin de reducir las barreras culturales para incentivar a que las compañías privadas repliquen esta práctica”. 

Al respecto, el gobierno en el 2010 promulgó la Ley 20.348 que regula la igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres, sin embargo no goza de mayor conocimiento al interior de las empresas por lo que aún no se establecen políticas formales de protección, ni generado los procedimientos internos para realizar reclamos en caso de infracción. “La brecha salarial es una consecuencia que se origina en la misma Ley Laboral y del Código del Trabajo, en los cuales se atribuye a la mujer responsabilidad exclusiva sobre la maternidad, siendo las únicas con derechos como pre y postnatal, fuero maternal, sala cuna, licencia por enfermedad para cuidar al hijo menor de un año, incentivando la brecha, ya que establece costos de contratación diferenciados por sexo. Un paso importante sería comenzar las discusiones para  equilibrar los derechos de los trabajadores en materia de formar familia”, comenta la ejecutiva.  

Otro dato que resalta del estudio, es que el gap salarial incrementa en la medida que aumenta el nivel de educación, dando como resultado que las mujeres profesionales con postgrado presenten un sueldo menor en 38,8% en comparación a los hombres con la misma preparación. Al respecto, la experta menciona “va en línea con que la brecha no solo en salario sino que en condiciones y oportunidades laborales y, por tanto, con la posibilidad de ocupar roles de responsabilidad”.