Al parecer, el avance de las tecnologías y la creciente inversión de las empresas en la adopción de sistemas cada vez más complejos y sofisticados para agilizar todo tipo de procesos, no ha impactado la percepción de los trabajadores chilenos en cuanto a su capacidad para manejar nuevas herramientas, ya que de acuerdo a la última edición del Workmonitor, estudio trimestral de tendencias de Randstad, el 92% señala sentirse preparado para la digitalización laboral, cifra superior al promedio global, que alcanza 78%. Asimismo, el país ocupa el tercer lugar en el ranking mundial en esta materia, ubicándose por debajo de México, con 96% de personas que dice estar a la altura de la innovación tecnológica; y de Brasil, que llega a 93%.
Por otro lado, 31% de la población laboralmente activa en Chile piensa que su empleo será automatizado en los próximo 5 ó 10 años, posicionándose en el número 10 de 34 países, con lo que retrocede 4 puestos respecto al año anterior, cuando 53% de los trabajadores nacionales sostenía que sería reemplazado por una máquina en la siguiente década. Lo anterior porque es el desarrollo de nuevos instrumentos es precisamente lo que permite que el ser humano se vaya desmarcando de funciones mecánicas y siga evolucionando en todo sentido, y en Chile la gente poco a poco ha ido comprendiendo que en ningún caso la tecnología viene a reemplazar sus funciones, sino que contribuye a elevar los índices de productividad y genera la necesidad de perfeccionamiento y actualización permanente, lo que es positivo en términos profesionales.
En este sentido, la investigación revela que 84% de los chilenos considera que su empleador debería invertir más en el desarrollo de sus habilidades tecnológicas; cifra que supera el promedio mundial (67%); mientras que 80% sostiene que si volviera a tener 18 años se centraría en estudiar una carrera relacionada con el campo digital u online. Hoy las compañías requieren contar con profesionales cada vez más preparados, puesto que las organizaciones están avanzando hacia la automatización de sus procesos y dicha tecnología genera otras tareas que el hombre debe cubrir. Esta necesidad no solo se da en el área de IT, sino que también en departamentos comerciales y de asistencia técnica, por ejemplo, ya que los clientes exigen vivir una experiencia con la marca y demandan soluciones rápidas, por lo que las empresas no se pueden permitir tener trabajadores menos informados o capacitados que sus consumidores.
No obstante, si bien las organizaciones deben poner foco en formar a su gente en esta materia y que los procesos de selección están siendo más exigentes en cuanto al nivel de conocimiento que piden a los candidatos, en el sentido de que como mínimo sean capaces de manejar los sistemas claves para el funcionamiento del negocio, “en unos años más esto no será tema, debido a que las nuevas generaciones, es decir, los futuros trabajadores y consumidores, dominan con absoluta propiedad todo tipo de plataformas y si no lo hacen, aprenden rápidamente, por lo que la digitalización laboral es solo cosa de tiempo y se irá produciendo paulatinamente en las compañías, en conjunto con el recambio generacional.