Aparte de interesar a clientes, administraciones y stakeholders, la Responsabilidad Social Corporativa adquiere una relevancia importante en el ámbito interno de las compañías. Los empleados se constituyen en un grupo de interés en un sector donde la cohesión interna, el orgullo de pertenencia y el compromiso adquieren una dimensión vital.
La RSC tiene una dimensión interna que contempla la empresa desde el interés social y que tiene que ver con aspectos clave de la gestión de los recursos humanos, la seguridad laboral, la formación y el desarrollo de los trabajadores. Un modelo centrado en las personas, políticas de conciliación de la vida laboral y familiar y beneficios sociales son solo algunas de las vertientes de la responsabilidad corporativa que pueden interesar a los empleados. Pero hoy, las compañías del sector están haciendo esfuerzos suplementarios en demostrarles su compromiso con la sociedad más allá de los beneficios laborales. De este modo, aspectos como la gestión de la calidad, el desempeño ambiental, el compromiso social, el voluntariado, los beneficios para la sociedad o la conducta ética pueden aumentar la afección y el compromiso de los empleados en un sector donde ello resulta complejo. Y es que la diversidad a todos los niveles, desde la multiculturalidad a la convivencia de titulaciones y niveles salariales muy dispares, caracterizan una industria donde impera la necesidad de crear sentimientos de compromiso, fidelidad y orgullo de pertenencia.
Los RRHH desde la RSC
Los departamentos de recursos humanos tienen mucho que decir en materia de responsabilidad social corporativa. La inversión en programas de formación permanente, el equilibrio entre vida laboral y personal, la igualdad de oportunidades, la integración de personas discapacitadas, las acciones preventivas en materia de seguridad en el trabajo, asegurar la motivación y la implicación del equipo humano, fomentar y sistematizar canales de diálogo… son algunas de las medidas que contribuyen a vincular emocionalmente a los trabajadores. Pero, además, algunas empresas incluyen fondos solidarios para atender necesidades sociales tales como ayudas a estudios, asistencia a hijos minusválidos y enfermos crónicos, préstamos sociales o gastos por enfermedad.
El voluntariado social también toma cada vez mayor peso, con diferentes iniciativas a favor de organizaciones sin ánimo de lucro en las que se implican tanto las empresas como sus trabajadores. Puede tratarse de proyectos en beneficio de la comunidad relacionados con la salud, la educación o el deporte, donaciones a fundaciones o colaboración con gobiernos e instituciones.