De acuerdo a la última edición del Workmonitor, estudio de tendencias de Randstad, durante el cuarto trimestre de 2018, un 8.9% de los trabajadores del país señala que tiene “gran miedo” a perder su empleo de aquí a 6 meses, 3.7 puntos porcentuales (pp) más que el trimestre inmediatamente anterior y 2 pp más que hace un año, lo que representa una de las calificaciones más altas desde que se realiza el estudio, en 2010.
Con esto, Chile ocupa el lugar número 9 entre 34 naciones en el ranking mundial de profesionales con mayor temor a que su empleador finiquite su contrato durante el próximo semestre, retrocediendo 16 posiciones respecto al trimestre anterior y superando la media internacional de 7,8%.
En este aspecto, el primer puesto lo ocupa India, con 19,2%; en la segunda posición se ubica Malasia, con 12,8%; y en tercer lugar se encuentra Turquía, con 12,1%; mientras que los trabajadores menos temerosos están en Luxemburgo y Japón, ambos con 3,5%; en Hungría, con 4,7%; y en Rumania, con 4,9%.
Estos resultados sorprenden, porque a pesar de que se preveía un alza en el miedo a perder el empleo, debido a cierta desaceleración del mercado laboral, al aumento del desempleo y a que el crecimiento de las remuneraciones reales continuará en un ritmo moderado, no se esperaba llegar a este peak.
Es un escenario comparable solo al observado en los últimos periodos de 2010 y 2013, cuando el país alcanzó 10% en este indicador, un panorama que ya mirábamos desde lejos por los avances y el desarrollo que Chile ha alcanzado en materia laboral y en la implementación de nuevas tendencias de recursos humanos que apuntan a mejorar la calidad de vida y la experiencia del trabajador.
Así, desde hace algunos años hemos visto cómo las organizaciones han puesto en práctica estrategias de Employee Centrity , planes de optimización de la comunicación interna y han perfeccionado sus evaluaciones de desempeño, con el objetivo de que los profesionales tengan certezas sobre su futuro dentro de la compañía, reduciendo así la incertidumbre y el miedo. Y es que una empresa no puede alcanzar su máximo potencial si tiene un porcentaje elevado de empleados con temor a ser finiquitado, ya que esto afecta enormemente la productividad.
De todas formas, estas cifras van en línea con otros resultados que arrojó el estudio, como la baja en el índice de movilidad laboral en Chile, el cual mide la confianza de los profesionales en encontrar un empleo similar o diferente durante los próximos 6 meses.
Y es que durante el trimestre móvil septiembre-noviembre, la tasa de desocupación a nivel nacional subió 0.3%, alcanzando 6.8% promedio frente a 6.5% en igual período de 2017 , lo que –según indica el Gobierno- se debe a que hay más gente buscando trabajo que en años anteriores, por lo tanto, existe mayor competencia.
Esto afecta la percepción de los profesionales respecto al comportamiento que tendría el mercado laboral si se quedan sin empleo y merma su seguridad en cuanto a acceder a nuevas y mejores ofertas de trabajo. Igualmente, otro de los factores que puede incidir en esta apreciación es una tendencia que hace años ya es parte de la realidad de las multinacionales en pos de la productividad y la eficiencia, la cual consiste en cerrar departamentos completos de soporte y head office para ser liderados desde un país a nivel regional.
De todas formas, esperamos que estos resultados sean solo una ‘foto’ de un momento en particular y que no se mantengan en el tiempo. En ningún caso queremos llegar a niveles que superen el 10% y si eso ocurre generaría una problemática que los departamentos de Recursos Humanos tendrían que gestionar con prioridad.
Con respecto al ranking de países cuyos colaboradores tienen más miedo a perder el empleo, India ocupa la posición número 1. “Es una nación preocupada por su empleabilidad. A pesar de su impresionante crecimiento económico y competitividad en las últimas décadas, todavía tiene la mayor concentración de personas pobres en el mundo.
Allí predomina el trabajo informal, las condiciones laborales de las personas no se ajustan a la legislación internacional vigente y sus empleados no tienen un sistema de seguridad social consolidado. Por otro lado, los profesionales menos temerosos se encuentran en Japón, el hogar de algunas de las empresas más importantes del mundo, la tercera economía más grande del globo, después de Estados Unidos y China, y en la que casi no existe desempleo.
Satisfacción Laboral
Asimismo, esta edición del estudio reveló que la satisfacción de los chilenos con su actual empleador subió 1 pp respecto al mismo periodo de 2017, alcanzando 74% de trabajadores satisfechos o muy satisfechos con su empleo versus 73% hace 12 meses; lo que representa la cifra más alta obtenida en este aspecto desde que se realiza el sondeo, en 2010.
Así, actualmente Chile ocupa la posición número 12 en el ranking mundial entre 34 países, lo que significa un alza de 3 ubicaciones en un año y de 2 puestos en comparación al trimestre inmediatamente anterior, momento en el que el país obtuvo 72% de empleados muy a gusto con su actual trabajo.
La experta consigna que al analizar los resultados podría parecer extraño que, por un lado, la satisfacción laboral sea la más alta desde 2010, mientras que, por otro, vemos cómo el miedo a perder el empleo se disparó en el último trimestre del año.
Para poner los datos en contexto, es necesario mencionar que esta investigación se realizó entre personas que, al momento de la toma de datos, cuentan con un empleo asalariado y desempeñan funciones por un mínimo de 24 horas a la semana, justamente en un instante en el que desempleo en el país aumentó respecto al año anterior.
Por otro lado, una situación incierta en el mercado laboral, con una economía que aún no se estabiliza del todo, sin mencionar fenómenos como la inmigración creciente de profesionales calificados al país, podrían provocar un alza en el temor de los trabajadores a quedarse sin empleo.