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Por Rita González, CEO de Randstad Chile. 

Al parecer, el avance de las tecnologías y la creciente inversión de las empresas en la adopción de sistemas cada vez más complejos y sofisticados para agilizar todo tipo de procesos, está impactando la percepción de los trabajadores respecto a si sus funciones continuarán o no vigentes en el mediano plazo. De acuerdo al último Workmonitor, estudio trimestral de tendencias del mercado laboral de Randstad, más de la mitad de los chilenos piensa que su actual trabajo será automatizado durante la próxima década, cifra que a nivel mundial solo es superada por India (70%); China (68%); México (56%); y Turquía (54%).

Existen diversas opiniones y visiones respecto a si el progreso tecnológico está eliminando o no la demanda de ciertos tipos de trabajo, algunas de ellas bastante pesimistas considerando que varias fábricas en el mundo se han automatizado. Sin embargo, mi percepción es que el desarrollo de nuevas herramientas es precisamente lo que permite que el ser humano se vaya desmarcando de funciones mecánicas y siga evolucionando en todo sentido. Por otro lado, al interior de una organización las tecnologías contribuyen a elevar la productividad y a generar la necesidad de perfeccionamiento y actualización permanente de conocimientos en los equipos de trabajo, lo que es positivo en términos profesionales.

Asimismo, la tecnología también contribuye a la creación de nuevos puestos de empleo. De acuerdo a The Global Innovation Index 2015, ranking elaborado por Bloomberg que se focaliza en seis actividades tangibles que contribuyen a la innovación (I+D, fabricación, empresas de alta tecnología, educación, investigadores y patentes), entre los 15 países más innovadores del mundo se encuentran algunas naciones con los índices más bajos de desempleo a nivel mundial (The World Factbook 2013), como Singapur (2%), Noruega (3,3%), Corea de Sur (3,4%) y Japón (4,6%), por mencionar algunos.

Es verdad que hay máquinas que pueden reemplazar al trabajador en funciones específicas, pero con dicha tecnología se crean otras tareas que el hombre debe cubrir, por lo que la sociedad tiene que estar preparada para adaptarse a esta realidad y evolucionar de forma paralela, generando nuevas plazas laborales y al mismo tiempo fomentando el desarrollo de las competencias necesarias para cubrir estas oportunidades, las cuales no solo se dan en el área de IT. Lo anterior debido a que a mayor innovación, mejor calidad de servicio, por tanto, más crecimiento para la organización. En este sentido, la capacitación y desarrollo de las personas es clave para que puedan acompañar a la empresa en su evolución.

Otro aspecto en el que el vertiginoso avance de la tecnología ha impactado en el mundo laboral, es en el perfil profesional que hoy demandan las empresas para alcanzar más eficientemente sus objetivos de negocio. Este fenómeno sumado a la masificación de Internet y a la alta penetración de los smartphones, ha provocado que el mercado online gane terreno y que las motivaciones del consumidor no sean las mismas que hace algunos años atrás, por lo que la innovación en el producto y en el estilo de compra es crucial para adaptarse al cliente final. En este sentido, la figura del director digital ha alcanzado una relevancia especial en el último tiempo y seguirá creciendo, puesto que las organizaciones deben anticiparse a los cambios para responder de forma eficiente a las demandas de un consumidor más informado y exigente.

Considerando los puntos expuestos anteriormente, creo que la tecnología ha traído solo cosas positivas al mundo del trabajo, ya que las máquinas pueden reemplazar al hombre en las funciones que son operativas, repetitivas y que requieren fuerza, pero las personas se reservan las tareas de servicio y aquellas en las que deben desplegar creatividad, estrategia, experiencia y habilidades de relacionamiento. Es imposible que en algún momento se invente una máquina tan perfecta como el ser humano, así que a perder el miedo y a seguir beneficiándonos de las ventajas que nos entrega la tecnología.

about the author

Randstad

Rita González, CEO de Randstad Chile

Rita tiene más de 14 años de experiencia en consultoría de Capital Humano, ocupando posiciones de responsabilidad en desarrollo de nuevos negocios, gestión de equipos, implantación y desarrollo de procedimientos, además de contar con amplia expertise en outplacement, training y change management.