Por Rita González, CEO de Randstad Chile
No es novedad que gracias al desarrollo de la tecnología, la masificación de los smartphones y la gran penetración que ha tenido Internet en la última década, hoy es mucho más fácil permanecer conectado y la mayoría de las personas no concibe una vida alejada de estos avances, mucho menos las nuevas generaciones. Por esta razón, el trabajo remoto se ha vuelto más común en todo el mundo, ya que no solo permite a los empleados tener un mejor equilibrio trabajo-familia, sino que también significa que las empresas cuenten con profesionales más motivados y, por lo tanto, obtengan mejores resultados de productividad.
De acuerdo al Talent Report 2015, estudio realizado por Randstad Sourceright a 350 líderes de Recursos Humanos, 77% de las organizaciones está de acuerdo en que para generar mayor flexibilidad laboral es necesario realizar cambios e implementar nuevas políticas, tales como horas variables, trabajo compartido o teletrabajo. Actualmente, estas medidas se pueden poner en práctica gracias a la proliferación de Internet y servicios como Skype y Google Apps, los que hacen posible la colaboración en línea, compartir documentos a distancia con facilidad y sostener reuniones virtuales; incrementando el teletrabajo en más de un 40% durante la última década.
Chile no dista mucho de esta realidad, ya que de acuerdo al estudio tendencias anuales en sueldos, beneficios y lugares de trabajo 2015, el horario de trabajo flexible es la política número uno en todas las empresas que tienen prácticas diferenciadas por generación, con un promedio de 55% de compañías chilenas que implementa este beneficio. Sin embargo, el teletrabajo todavía no consigue tanta popularidad, puesto que a nivel nacional no se ha instalado completamente la modalidad de trabajo por objetivos y aún existe cierta desconfianza de los empleadores respecto al nivel de productividad que puedan alcanzar sus trabajadores fuera de la oficina.
No obstante, estudios internacionales han revelado que los empleados que trabajan de forma remota son más comprometidos, trabajan más duro y durante más horas. Así, esta tendencia da como resultado aumento de la productividad, disminución de los costos de infraestructura, baja del ausentismo y reducción de los índices de rotación.
Con los datos anteriores y considerando que nuestra futura fuerza laboral será la generación Millennials, es esencial para las empresas revisar esta evolución en el estilo de trabajo y desarrollar enfoques que promuevan la eficiencia y la satisfacción de los trabajadores. Hoy los ciudadanos del mundo estamos más cerca que nunca, lo que significa que el empleo puede ser impulsado a distancia.
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