Desde el pasado mes de marzo, ya no vivimos en el mundo que conocíamos. La forma de desenvolvernos con nuestro entorno ha dado un giro en 180 grados y el significado de “nueva normalidad” no es otro que el de readaptarnos, de encontrar la forma de reinventarnos y aclimatarnos al retorno y a este incierto escenario. La pandemia ha sido la causa de una crisis sin precedentes en la que todos los sectores se han visto afectados y, ante el vigente e inminente riesgo sanitario, se hace necesario extremar las precauciones para avanzar hacia la recuperación económica. Revisa la proyección de la reactivación empresarial.
El home office sigue siendo una medida preferente, pero en la mayoría de las empresas resulta imprescindible volver a oficinas, plantas o faenas, por lo que se ha incentivado un retorno paulatino bajo estrictas medidas de higiene y seguridad. Se abren así dos vertientes a las que hay que prestar atención para completar el proceso con todas las garantías: los espacios de trabajo y las personas.
Frente a este contexto, Natalia Zúñiga, directora de marketing & comunicaciones de Randstad, señala que el retorno presencial es uno de los mayores retos que plantea el panorama en el que estamos inmersos. “La incertidumbre permanece vigente y puede que el ánimo no se encuentre en su mejor momento, por lo que, en el regreso, resulta imprescindible tender la mano a los colaboradores y facilitar esta transición. La clave: remar juntos en un contexto en el que se ha difuminado la planificación a largo plazo y multiplicado la importancia de saber adaptarse a las condiciones según se vayan presentando.
Así, la misión de un buen líder debe ser mantener a su equipo motivado, animarlo a seguir adelante y trabajar, más que nunca, la comunicación. Como el entorno que nos rodea es incierto, las jefaturas deben apostar por la mayor transparencia posible”, sostiene. La ejecutiva agrega que, para muchos, la “nueva normalidad” podría implicar con malos recuerdos de las consecuencias de la pandemia, por lo que es un instante que puede resultar especialmente delicado para la salud mental. Así, es más importante que nunca poner en marcha estrategias para motivar a la gente. ¿Cómo?
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- Construyendo un discurso optimista. Pese a las circunstancias, siempre hay que buscar la cara positiva y transmitírsela al equipo. Despierta de nuevo sus ganas y la ilusión por embarcarse en nuevos proyectos, superar metas y compartir triunfos. Transmíteles siempre las buenas noticias, por pequeñas que sean.
- Proporciona apoyo. No solamente es un momento difícil anímicamente, también puede serlo en el aspecto operativo. Nuevas herramientas, protocolos, tecnologías, procesos. En la adaptación a la nueva normalidad han podido cambiar muchas cosas y el cúmulo de todas las circunstancias puede hacer que los profesionales se sientan superados. Muéstrate tolerante y comprensivo y tiéndeles la mano.
- Reconoce los logros. Siempre resulta de lo más motivador recibir reconocimiento, es imprescindible para mantener el ánimo y, por eso, es más fundamental que nunca.
Team building y otras estrategias para mantener la comunicación
Antes del coronavirus, existían múltiples opciones para fortalecer los vínculos, pero ahora, con la distancia social como norma, se hace necesario ser más creativos y cuidadosos para idear nuevas formas de mantener al equipo unido. El team building era una de las prácticas preferidas para estrechar lazos, con juegos y actividades de grupo, tanto dentro como fuera de la oficina. Pero, ¿cómo practicar team building en tiempos del COVID-19? Natalia comenta que si se han podido mantener las reuniones y los procesos vía digital, ¿por qué no hacerlo también con las actividades de ocio? “Clases de yoga que se pueden practicar desde casa, partidos de videojuegos online o, sencillamente, espacios de encuentro para poder interactuar más allá del ámbito laboral, son solo algunas de las múltiples posibilidades”, asegura.
Asimismo, la directiva comenta que en tiempos de crisis, es más importante que nunca mantener a los equipos informados. “Sé sincero y transparente. No tienes todas las respuestas, y menos en una situación tan incierta. Pero sí tienes la capacidad de mantener un contacto frecuente con tu equipo y de abrirte con él. Comunicaciones constantes, espontáneas, genuinas y cercanas funcionan mejor que unos mensajes cuidadosamente elaborados y refinados que parecen seguir un guion. Habla, pero no te olvides de escuchar. Presta atención a las inquietudes y necesidades de las personas que te rodean y conversa con ellas. La comunicación debe ser bidireccional.
Finalmente, permanece alerta, apuesta por la digitalización y, por encima de todo, cuida de la experiencia del talento. Con la colaboración de los mejores profesionales, podrás hacer frente a los momentos más críticos”, finaliza.
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