De acuerdo al Workmonitor de Randstad, estudio trimestral de tendencias de Recursos Humanos y movilidad laboral, cerca del 80% de los trabajadores chilenos considera imposible no revisar su correo fuera de la jornada laboral y más de la mitad se mantiene conectado con el trabajo durante las vacaciones. Pero ¿es esto necesario? Al parecer no, ya que trabajar tiempo adicional es beneficioso para el trabajador y la empresa únicamente cuando es estrictamente necesario y hacerlo todos los días habla de una ineficiente planificación, además de ser una señal de baja productividad durante la jornada laboral.
Para solucionar esto y disponer de más horas para dedicar al equipo, se pueden combinar algunos hábitos, lo que además permite ver de manera más global a la organización.
-
Llegar al trabajo un poco antes del inicio de la jornada. Permite comenzar a realizar las labores con menos distracciones y concentrarse mejor.
-
Planificar la jornada. Dedicar entre 15 y 20 minutos diarios a esta tarea sin pensar que es tiempo perdido. Una buena agenda de trabajo garantiza priorizar y avanzar en lo realmente importante.
-
Atender un tema a la vez. Esto facilita la concentración para resolver problemas, planear nuevos negocios o procedimientos. En lo posible, evitar distracciones y guiarse por la agenda de trabajo.
-
Descansar cada cierto tiempo. Al planificar el día, dejar algunos espacios en blanco para descansar. Recordar que tomar un break no es sinónimo de perder el tiempo.
-
Aprender a decir que no. Aunque suene lógico, un secreto para concentrarse en lo realmente importante es desatender las tareas intrascendentes. De lo contrario, es muy probable que la agenda se replete de temas que quitan mucho tiempo y generan pocos beneficios para la empresa y para el personal.
-
Ordenar el lugar de trabajo. Es imposible ser eficiente si el entorno está desordenado y se pierde tiempo buscando un archivo o un documento importante.
-
Las tecnologías como correo electrónico, smartphone y redes sociales son muy útiles si se administran correctamente, pero pueden transformarse en los peores enemigos de la eficiencia. Idealmente, evitar estar siempre online y aprender a utilizar con mesura estos servicios.
Para organizar mejor el tiempo, se recomienda tener tres listados:
-
Empezar cada día con un listado limitado de pendientes: Tareas de Alto Impacto (TAI).
-
Lista Master. Considera todo aquello que se debe hacer a largo plazo. Los puntos de la lista TAI son importantes (incluso urgentes) a corto plazo, pero no pueden abrumar los proyectos de largo aliento y las tareas necesarias para alcanzar el verdadero éxito del negocio. Para que la lista no se convierta en un archivo de tareas olvidadas, es recomendable hacer una revisión semanal de ella.
-
Finalmente crear una lista de lo que no hay que hacer. Se podría pensar que la clave de la productividad es hacer más cosas al día, pero no es requisito tener un calendario lleno de tareas innecesarias para ser productivo y lograr más.