De acuerdo a la edición del segundo trimestre de 2016 del Workmonitor, estudio de tendencias y movilidad laboral de Randstad, la rotación laboral en Chile bajó 6 puntos en tres años, considerando que 21% de los trabajadores afirmó haber cambiado de empleo durante el último semestre, mientras que en el mismo periodo de 2013, esta cifra alcanzó 27%. Los que más se movieron fueron las personas de 18 a 24 años (32%), seguidas por las de 25 a 34 (23%); luego por los trabajadores de 55 a 67 (20%); mientras que los de 35 a 54 años variaron en un intervalo de 19 a 13%. En relación a las industrias, la mayor rotación se produjo en Agricultura, Forestal & Pesca, con 57% de trabajadores que señala haber cambiado de empleo en los últimos 6 meses; luego Entidades Financieras; con 41%, y en tercer lugar Manufactura de Productos Alimenticios, con 41%.
Pero para analizar las cifras hay que considerar que durante el segundo trimestre de 2013, el país registró un crecimiento de 4,1% y se hablaba de ‘pleno empleo’, con índices de desocupación inferiores a 6%; situación bastante diferente a la que vive hoy el país, cuando el Gobierno acaba de proyectar que durante 2016 la economía se expandirá 1,75% y no 2% como pronosticó en marzo. Es importante señalar que si bien no pasamos por un momento de crisis, se observa una importante desaceleración que genera recortes en la estimación de crecimiento del país, escenario que pone en alerta a la población y vuelve más conservadores a los trabajadores, quienes optan por cuidar su empleo más que por buscar nuevas alternativas.
Sin embargo, un índice de rotación elevado no siempre es reflejo de una economía activa, que ofrece múltiples opciones de empleo, puesto que si se da en periodos cortos de tiempo provoca inestabilidad. De esta forma, el escenario ideal sería mantener un indicador sin peaks extremos, simbolizando que se están abriendo nuevas oportunidades laborales, pero que también hay un esfuerzo de las compañías por retener talento y evitar perder profesionales valiosos para el crecimiento de la organización.
Con respecto a la rotación por rango etario, llama la atención el porcentaje alcanzado por trabajadores de 55 a 67 años (20%), ya que la cifra llegó a ser incluso más alta que la registrada por aquellos profesionales entre 35 a 54 años. Esto se explica porque las características demográficas han cambiado mucho en Chile, debido a que hoy las personas mayores de 65 años representan el 10% de la población y los resultados del estudio sin duda se han visto impactados por los movimientos de este segmento. Actualmente, los mayores de 60 años tienen un envejecimiento activo, por lo que están plenamente vigentes en el mercado del trabajo, no tan solo por el valor agregado y la experiencia que pueden entregar, sino también porque su productividad y grado de compromiso es enorme, atributos que los hacen más codiciados por las empresas.
En cuento a las industrias, la alta rotación alcanzada por Agricultura, Forestal & Pesca en una época catalogada como compleja, se debe a que en el trimestre móvil marzo-mayo, el incremento anual de los ocupados se concentró en Comercio (3,1%), Alojamiento y Servicio de Comidas (13,0%) y Agricultura & Pesca (4,5%), debido a que este último rubro presenta un peak de estacionalidad en el verano, por el inicio de las cosechas; y en marzo, por la vendimia, lo que explica el dinamismo de del sector Agrícola durante los últimos 6 meses; mientras que Entidades Financieras venía mostrando esta tendencia desde el tercer trimestre de 2014, cuando alcanzó 133 puntos en movilidad laboral, la cifra más alta desde 2010. Por otra parte, el contexto económico y político tienen un fuerte impacto en el sector financiero, ya que muchos ejecutivos ven a la industria como riesgosa y buscan una salida hacia cargos de menor exposición y responsabilidad.
Miedo a perder el empleo
En relación al temor a perder el empleo, el indicador subió 2 puntos porcentuales respecto al periodo inmediatamente anterior, llegando a 5% de personas con “gran miedo” a quedarse sin trabajo, lo que es es natural porque las nuevas tecnologías y la forma de mirar los negocios han cambiado radicalmente, además las generaciones Y y Z están impactando el mundo laboral, haciendo que aquellas más antiguas se sientan amenazadas. Así, al mirar las cifras por rangos etarios, las personas entre 55 y 67 son las que más temor tienen a quedarse sin trabajo en Chile, con 10%; lejos de estándares como los de Japón, donde el mismo segmento llega a 5% y China, país cuyo porcentaje es 0. Son naciones internacionalmente reconocidas por poner a la tercera edad en una posición privilegiada en la sociedad, por lo que debemos mirarlas y ver qué podemos aprender de ellas.
Sin embargo, desde la consultora señalan que hay ser cuidadosos al momento de hacer proyecciones al respecto, ya que muchas veces se genera más incertidumbre de la necesaria. Aparte, el miedo a perder el empleo depende tanto de factores organizacionales internos como de variables externas, por ejemplo, la promulgación de una ley que afecte a un rubro en particular. Por otro lado, las empresas deben ser muy claras al transmitir los mensajes, especialmente aquellos que puedan generar alarma en los trabajadores y aquí las políticas de comunicación interna son clave.