De acuerdo a la última edición del Workmonitor, estudio de tendencias de Randstad, la rotación laboral en Chile bajó 5 puntos en el cuarto trimestre de 2015, puesto que 18% de trabajadores afirmó haber cambiado de empleo durante los últimos seis meses, mientras que en el periodo inmediatamente anterior la cifra alcanzó 23%. Los que más se movieron fueron las personas de 25 a 34 años (21%) y aquellos que menor rotación experimentaron fueron los empleados de 45 a 54 años (15%). En relación a las industrias, el mayor dinamismo se produjo en Hoteles & Catering, con 40%; luego Minería & Utilities y Comunicaciones; ambos sectores con 31%, y en tercer lugar Manufactura de Productos Alimenticios, con 28%. Los rubros que se mantuvieron más estables fueron Administración Pública (13%), Manufactura de Productos Químicos (14%), y Servicios Tecnológicos (16%).
Si bien la rotación laboral bajó 5 puntos en comparación al trimestre anterior, hay que considerar que en un año disminuyó 3 puntos, por lo se podría decir que este indicador se está estabilizando, luego de que en el tercer trimestre de 2014 este porcentaje llegara a 29%, la cifra más alta desde que se realiza el estudio en Chile (2010). Este peak se explica porque en ese entonces la desaceleración de la economía para los meses venideros y para todo 2015 era un hecho para los expertos en Chile, lo que hizo eco en las empresas y generó el comienzo de las desvinculaciones, que tuvieron el fin de reducir costos y hacer más eficiente el uso de los recursos.
Actualmente, lo que ocurre es que los profesionales se han vuelto mucho más conservadores a la hora de decidir si cambiar o no de trabajo y están apostando por cuidar su actual posición esperando que la situación del país se reactive completamente para salir al mercado, más que por buscar nuevas opciones. No obstante, repara en que hay excepciones, sobre todo en los rubros con mayor estacionalidad, como Hoteles & Catering, el cual evidentemente es afectado por la salida y entrada de trabajadores desde que comienza la temporada alta, que se inicia en septiembre y alcanza el máximo dinamismo entre diciembre y marzo, especialmente en ciudades y zonas turísticas. A nivel general, mantener este indicador estable sería ideal, puesto que refleja el esfuerzo que hoy están haciendo las compañías para retener talento y evitar perder profesionales valiosos para el crecimiento de la compañía.
Por otro lado, el estudio revela que 6% de los chilenos tiene “gran miedo” a perder su trabajo, lo que representa un punto porcentual menos que el trimestre pasado. Las personas con más temor a quedarse sin empleo son aquellas cuya edad va desde los 45 a los 54 años, alcanzando 13 puntos porcentuales que casi duplican el 7% del grupo etario que sigue en este ranking (25 a 34 años); mientras que los trabajadores entre 35 y 67 llegan a 3,5% y a 0% entre los de 18 a 24 años. Es natural que profesionales de más de 45 años comiencen a sentirse inquietos, debido a que si llegan a quedarse sin trabajo en esa etapa de su vida, no les será fácil conseguir otro, justo en un momento que se sienten completamente capacitadas para seguir prestando servicios en una organización.
En Chile, aún falta mucho camino por recorrer en cuanto a la cantidad de compañías que desarrollan políticas para atraer y retener talento de 55 años de edad hacia arriba, sobre todo considerando que solo 24% de los chilenos considera que las personas mayores de 55 son menos productivas que los profesionales más jóvenes. Hoy los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) están plenamente vigentes en el mercado, no tan solo por el valor agregado y la experiencia que pueden entregar, sino también porque su productividad y el grado de compromiso que adquieren con la compañía es enorme.