Equidad en el lugar de trabajo. Por Myriam Beatove Moreale, Directora de Recursos Humanos de Randstad.
La importancia de la equidad es el tema del Día Internacional de la Mujer de este año. Creo que esta es la clave para obtener mejores resultados tanto para las personas como para las empresas en los próximos meses y años.
Llevamos muchos años hablando de diversidad e inclusión, pero la equidad va más allá de este enfoque.
Mientras que la igualdad consiste en que todos reciban los mismos recursos independientemente de su punto de partida, la equidad reconoce que cada persona tiene circunstancias diferentes y puede necesitar recursos y oportunidades distintas para alcanzar un resultado igual. Sin equidad, alcanzar la igualdad es un reto más difícil.
En Randstad, estamos orgullosos de abrazar la equidad y esperamos poder desempeñar un papel importante en la apertura de un diálogo más amplio sobre este tema. Esto ayudará a las empresas a entender cómo pueden construir lugares de trabajo en los que todas las personas puedan prosperar, independientemente de quiénes sean
Los beneficios empresariales de la equidad
La escasez de talento es una de las principales tendencias del mercado laboral que convierte la equidad en un imperativo empresarial. Sin ella, las empresas pueden perder enormes reservas de talento.
Por ejemplo, es importante que las empresas evalúen si el porcentaje de mujeres consideradas de alto rendimiento y con gran potencial está correlacionado con el número de mujeres en puestos directivos. Si no es así, es necesario reflexionar sobre las barreras que impiden avanzar a las mujeres.
Además de abrir nuevas fuentes de talento, la equidad en el lugar de trabajo también puede conducir a una mano de obra más innovadora, eficaz y productiva. Cuando todo el mundo siente que pertenece a la organización y tiene las mismas oportunidades, puede aportar sus perspectivas e ideas únicas, lo que se traduce en mejores resultados para la organización. No se trata solo de dar prioridad a lo correcto, sino que además también es bueno para el negocio.
Al promover la justicia y la igualdad de oportunidades para todos los empleados, independientemente de su origen, identidad o condición, la equidad puede conducir a un lugar de trabajo más diverso e integrador, en el que los empleados se sientan valorados y respetados.
No obstante, lo contrario también es cierto: la falta de alineación de una empresa con los valores personales de sus empleados actuales y potenciales significa que podría estar desaprovechando personal altamente cualificado.
Nuestra investigación para el informe Workmonitor, que recoge las opiniones de 35 000 trabajadores de todo el mundo muestra que un 42 % de los encuestados no aceptaría una oferta de trabajo de una empresa cuyos valores no coincidieran con los suyos.
La equidad también puede mejorar la satisfacción laboral y la productividad, ya que los empleados que se sienten tratados de forma justa y equitativa tienen más probabilidades de comprometerse con su trabajo.
También ayuda a prevenir la discriminación y los prejuicios, creando así un entorno de trabajo más positivo y propicio para todos, y permitiendo una mejor colaboración, comunicación y trabajo en equipo.
fomentar una cultura de equidad
Crear equidad en el trabajo requiere una escucha activa y el compromiso de tratar de comprender, evitar las suposiciones y fomentar el diálogo dentro de la organización. El análisis de las causas profundas de la equidad puede ayudar a los directivos a comprender el origen de cualquier problema potencial -desde lagunas de cualificación hasta indicios de prejuicios inconscientes- y a eliminar las barreras que impiden una mayor participación.
El siguiente paso para los líderes empresariales que deseen perfeccionar su cultura en el lugar de trabajo es definir un objetivo común y crear un plan de acción cuantificable para alcanzar resultados más equitativos.
Ofrecer formación sobre diversidad, liderazgo integrador y prejuicios inconscientes son iniciativas que pueden mejorar la cultura laboral y ayudar a los grupos minoritarios a desarrollar todo su potencial.
¿Cómo medimos la equidad?
Observando los datos indicativos, como los índices de retención del personal y cualquier diferencia significativa entre géneros, los índices de ascensos en comparación con los hombres y la diversidad de mujeres cualificadas en el banco externo cuando se contrata fuera.
Las empresas que miden sus éxitos también pueden comparar sus progresos con los de empresas similares, seguir sus propios avances a lo largo del tiempo y compartir sus éxitos públicamente.
embajadoras y aliadas
No todo son cifras: ¡ser humano es parte esencial de la equidad! Los líderes pueden ser embajadores de la equidad llegando al corazón y a la mente de sus equipos, compartiendo historias y predicando con el ejemplo.
Como líderes, tenemos que impulsar el cambio que queremos ver en la empresa y adelantarnos a la curva del cambio.
El apadrinamiento es una forma de acercarse a las personas, ofrecerles una caja de resonancia y afirmar su potencial. Esto puede aumentar significativamente la confianza en uno mismo y tener un impacto importante en la progresión profesional.
Otra herramienta importante son las alianzas, es decir, cuando alguien se pone deliberadamente al lado de un grupo minoritario, escucha sus experiencias y denuncia cualquier posible injusticia.
Es algo que todos podemos hacer para que nadie se sienta invisible en el trabajo: cualquiera puede defender a los grupos infrarrepresentados celebrando y valorando visiblemente la diversidad.
"Mi objetivo personal es fomentar un entorno en el que todos se sientan animados a soñar más, aprender más, conseguir más y llegar a ser más. Y creo que toda la organización se beneficiará de la creación de este tipo de cultura.
En el Día Internacional de la Mujer, animo a los líderes a que piensen de nuevo en el talento latente que existe en su plantilla, y a que abracen la equidad como forma de ayudar a todos a prosperar", concluye Myriam Beatove Moreale - Chief Human Resources Officer - Randstad