¿Haces deporte regularmente? Si tu respuesta es no, deberías comenzar a pensarlo, ya que según un estudio del College of Health and Human Development, las personas que realizan habitualmente ejercicio desarrollan la capacidad de actuar de manera más entusiasta y enfrentan de forma más positiva su día a día. Y es que hacer deporte ayuda a mejorar las habilidades físicas, mentales e incluso afectivas. Sin embargo, y a pesar los múltiples beneficios reportados, muchos chilenos encuentran dificultades para compatibilizar empleo y vida sana, puesto que tras largas jornadas de trabajo y considerando las horas destinadas en traslado, queda poco espacio para disfrutar de tiempo libre.



Al respecto, Andrea Abella, consultor de Randstad, señala que no obstante lo agitado que pueda resultar el día a día, practicar alguna actividad física es posible si la persona organiza bien sus tareas. “Se puede empezar poco a poco, haciendo un esfuerzo extra, hasta que se convierta en parte de la rutina. Una vez obtenido ese hábito, el cuerpo asimilará mejor el cansancio”, asegura. La ejecutiva agrega que mezclar trabajo y ejercicio no solo es positivo para la vida personal, sino que también para la profesional. “Si las personas llegan animadas y psicológicamente descansadas a la oficina como consecuencia de realizar algún deporte, sus capacidades laborales aumentarán, de acuerdo a un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y otro del Centro Superior de Deportes (CSD)”, comenta.



El motivo radica en que “hacer ejercicio ayuda a combatir el estrés y liberar tensiones, además de aumentar significativamente el flujo de sangre al cerebro, con lo que las células cerebrales se encuentran mejor oxigenadas, por tanto, los empleados que lo practican trabajarán más concentrados, de forma más relajada y productiva, lo que sin duda reporta beneficios tanto para el personal como para la empresa. Por otro lado, “si los empleados deciden mantener contacto fuera del horario de trabajo practicando algún deporte, su lazo de confianza aumentará y esta relación beneficiará el clima laboral, disminuyendo los conflictos y beneficiando el team building”, afirma Andrea. Ahora bien, si las actividades deportivas se realizan compitiendo con otras compañías, “se incrementará el sentimiento de pertenencia, provocando que crezca el vínculo empleado-empresa, al mismo tiempo que se arraiga el compromiso del trabajador con su cargo”, asegura.



Asimismo, hacer actividad física aumenta la autoestima, o sea, las personas sienten mayor confianza y su cuerpo presenta mejores condiciones, con una velocidad de reacción y pensamiento más ágil. Otro de los beneficios del deporte es que mejora la salud, “por lo que el absentismo laboral motivado por enfermedades, disminuirá considerablemente, lo que quedó demostrado en el último estudio del CSD realizado a lo largo de 10 años”. A nivel directivo, “las distintas disciplinas, con sus estrategias, valores y técnicas, pueden servir a los líderes para llevar a cabo prácticas de management, ya el deporte es una gran fuente de inspiración”, declara la experta.

De esta forma, se comprueba que ejercicio y trabajo es un binomio que da buenos resultados en todos los niveles jerárquicos de la organización. Por esto, existen muchas empresas que, conscientes de estos beneficios, proporcionan programas deportivos para sus trabajadores durante el horario laboral. “Los gerentes y directivos de estas compañías lo consideran como una inversión: sus empleados trabajan de una forma más activa y motivada, lo que genera importantes ventajas desde el punto de vista organizacional”, finaliza.