De acuerdo al último Workmonitor, estudio trimestral de tendencias del mercado del trabajo de Randstad, durante el segundo trimestre del año el índice de movilidad laboral en Construcción llegó a 83 pts., bajando 11 pts. en relación al trimestre inmediatamente anterior y 4 puntos en 1 año, lo que responde a la desconfianza de los profesionales del rubro en encontrar un empleo similar o diferente durante los próximos 6 meses. Asimismo, la rotación laboral del sector, o porcentaje de trabajadores que afirma haber cambiado de empleo en el último semestre, llegó a 15%; disminuyendo 14 puntos porcentuales (pp) en comparación al primer periodo de 2016 (29%) y 13 pts. respecto a los últimos 12 meses.
Anastasia Samokhvalova, consultor ejecutivo de Ingeniería & Logística de Randstad, señala que “la caída en la rotación laboral en una industria que se mueve principalmente por proyectos, afectó la confianza de los trabajadores en encontrar un nuevo trabajo en el mediano plazo, lo que se reflejó en la baja que registró el Índice de Movilidad Laboral del sector, especialmente pasando del primer al segundo trimestre del año (11 pts. menos)”. Por otro lado, el Índice de Confianza Empresarial (ICE)[1] evidenció que durante julio, el rubro retrocedió en el optimismo mostrado en junio para volver a un punto neutral, “lo que comprueba que la primera mitad del año fue un período complejo, sobre todo para el mercado inmobiliario, que no solo presentó baja en ventas, sino que también en un 28% en la obtención de los permisos de edificación, la menor cifra registrada desde 2011 y la mayor caída desde 2010”, comenta.
Igualmente, en la presente edición del estudio, la industria mostró un descenso significativo en el porcentaje de personas buscando activamente un nuevo empleo, ya que de 38% en el primer trimestre del año, la cifra cayó a 14% durante el segundo periodo de 2016. “El lento desempeño de la economía ha desencadenado una baja en la actividad, acompañado de un menor optimismo entre los inversionistas. Además, hay que tener en consideración que en 2015 el sector vivió un ‘boom inmobiliario’ a raíz de la entrada en vigencia –desde el 1 de enero de 2016- del IVA a la Construcción, lo que representó un excelente panorama para la fuerza laboral. Sin embargo, hoy los números han caído, lo que hace que el momento actual sea mirado con bastante escepticismo por los expertos”, analiza.
A pesar de que estas cifras no son muy auspiciosas y que la visión de los economistas no es muy alentadora, sin contar los nuevos recortes realizados a la proyección de crecimiento para el país en 2017; Anastasia es optimista y vaticina que se dará una recuperación gradual del rubro, ya que, de acuerdo a su perspectiva, los escenarios como este son estacionales y responden a ciclos económicos. “Hay que tener en cuenta que la industria es de naturaleza cambiante y que -sin desconocer que la contingencia del país influye en el comportamiento de la misma- es fundamental ser capaz de reinventarse y apostar por los nichos que se están abriendo constantemente, como ahora el sector Salud, por el alza en la construcción de clínicas, consultorios y hospitales. Asimismo, es vital tener un plan para disminuir los costos y estar consciente de que probablemente las utilidades no van a ser las mismas que cuando el rubro pasa por un buen momento”, concluye.
[1] Realizado por el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Facultad de Negocios y Economía de la Universidad del Desarrollo.
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