La diversidad cultural se está convirtiendo en un rasgo cada vez más frecuente en las empresas, con el aumento de la conectividad y la colaboración global sirviendo de instrumento para el éxito de los negocios. Es por eso que la inteligencia cultural - cultural quotient (CQ) - ha adquirido un nuevo significado para las compañías y de ahí deriva la importancia de establecer modelos eficaces para incentivarla y, de esta forma, integrar equipos de trabajo con procedencias culturales variadas.
De acuerdo Christopher Earley, autor de Cultural Intelligence, la inteligencia cultural se expresa en la capacidad de observar, reconocer, adaptarse y actuar de la manera apropiada en contacto con culturas diversas. Se trata de un cambio positivo para todas las empresas, ya que significa un mayor acceso a recursos, conocimientos y talentos, ofreciendo un enfoque de trabajo dinámico que no está relegado a una única ubicación. Sin embargo, esto también significa que las diversas culturas, costumbres y creencias de los colaboradores serán expuestas con más regularidad. Esto puede conducir a divisiones que afectan el ambiente de trabajo, las relaciones laborales y otros aspectos del negocio, los cuales impactan en la productividad de la empresa y en la calidad del trabajo.
Al respecto, Ivianne Morales Generalista de RR.HH de Randstad comenta “en la actualidad la conciencia y sensibilidad cultural son elementos de gran valor para garantizar el buen funcionamiento de los equipos de trabajo, principalmente por la expansión de muchas compañías hacia otros países con culturas diferentes y a la incorporación de inmigrantes en las organizaciones. Es por eso que las empresas y los departamentos de Capital Humano debemos generar iniciativas que promuevan el respeto profundo por las diferencias y que contribuyan a mejorar la capacidad de relacionarse de los colaboradores y trabajar eficientemente con culturas diferentes”.
De acuerdo a estimaciones realizadas en 2016 por Rodrigo Sandoval, Jefe Nacional del Departamento de Extranjería y Migración, en Chile habitan aproximadamente 600.000 mil extranjeros con permanencia. En este contexto, resulta de gran importancia que las organizaciones en Chile potencien los beneficios de la inteligencia cultural de sus trabajadores. “Una fuerza laboral culturalmente diversa presupone la existencia de muchas identidades diferentes, que no dejan de influir en el trabajo en equipo y en el rendimiento general de una empresa. Por ello, trabajar en un equipo culturalmente diverso requiere emplear la inteligencia cultural para comprender las percepciones particulares de cada miembro. Las empresas que fallen en generar las condiciones adecuadas para que se incentive la CQ entre los colaboradores, pueden verse afectadas por la alta rotación de empleados y adicionalmente les podría resultar más difícil captar talentos si son extranjeros, perdiendo así oportunidades valiosas de enriquecer la organización”, afirma la ejecutiva.
Por otro lado, de acuerdo a David Livermore, el presidente del Centro de Inteligencia de la Cultura en Michigan, EEUU, 90% de los principales ejecutivos de 68 países han dicho que las habilidades interculturales son una de las capacidades más importantes con el fin de seguir siendo competitivos. Esto pone en relieve la importancia del CQ no sólo para los negocios, sino también para los colaboradores. Al respecto, la generalista de RR.HH. comenta, “La gestión de la diversidad cultural dentro de una organización debe incluir una estrategia para aumentar la efectividad y se tiene que materializar mediante el reconocimiento de las diferencias culturales entre los empleados; a través de esto nos permitimos ampliar nuestra visión e incorporar nuevos elementos positivos a la gestión organizacional. Esta estrategia debe además ir acompañada de una comunicación apropiada a fin de potenciar interés por parte del colaborador, quien a su vez se verá beneficiado profesionalmente al mejorar su CQ”.
La responsabilidad de incentivar la CQ en un ambiente multicultural no solo recae en el área de RR.HH, sino en los líderes de cada departamento, que deben lograr conciliar los valores culturales aparentemente contradictorios y guiar su propio comportamiento profesional, reflejo de su inteligencia cultural. Al respecto Morales comenta “Dentro de la estrategia de gestión de inteligencia cultural los lideres juegan un papel esencial, es importante la entrega de herramientas a los equipos directivos y líderes de área para que estén en capacidad de generar espacios multiculturales positivos, enriquecedores, conciliadores y productivos; siendo ejemplo para sus colaboradores”.