De acuerdo a la edición del segundo trimestre de 2018 del Workmonitor, estudio de tendencias de Randstad; la satisfacción de los chilenos con su actual empleador subió 6 puntos porcentuales (pp) respecto al mismo periodo de 2017, alcanzando 72% de trabajadores satisfechos o muy satisfechos con su empleo versus 66% hace 12 meses, cuando llegó al lugar número 25 en la escala mundial.
Así, actualmente Chile ocupa la posición 16 entre 34 países, subiendo 9 ubicaciones en el ranking global en un año; una de las mayores alzas que ha tenido este indicador desde que se realiza el estudio (2010). Asimismo, el país escaló 5 ubicaciones en comparación al trimestre inmediatamente anterior cuando se posicionó en el puesto número 21, con 71% de empleados a gusto con su actual trabajo.
Desde la consultora señalan que esta es una muy buena noticia, ya que durante años se ha venido escuchando que el cliente es lo primero; sin embargo, cada vez más empresas han alzado la voz para matizar esta afirmación, asegurando que para establecer una buena relación con sus consumidores, antes necesitan tenerla con sus empleados.
Así, desde hace algún tiempo, los trabajadores se han convertido en el foco de atención de muchas organizaciones, las cuales se preocupan de investigar cómo se sienten y qué piensan de la compañía y sus líderes; para luego invertir –principalmente- en perfeccionar sus instalaciones, en crear nuevos beneficios y en tecnología con el objetivo de mejorar la experiencia en el lugar de trabajo del personal. Todo para mejorar la experiencia, el compromiso, el sentido de pertenencia y la productividad de sus colaboradores, además de apostar por conseguir a los mejores profesionales del mercado.
Sin embargo, no obstante los esfuerzos, Chile aún está lejos de los primeros lugares del ranking de satisfacción laboral, cetro ocupado por México (83%), seguido por Austria (81%), y Estados Unidos (80%). En este sentido, y para seguir creciendo en este indicador, es recomendable implementar estrategias de employee centricity, lo cual consiste en que el equipo de profesionales llegue a su punto óptimo de compromiso con la organización por medio de un espacio de trabajo que provea incentivos y oportunidades.
Es necesario que los trabajadores se sientan parte de un todo que les cuida y respeta, pero que al mismo tiempo les pone a prueba. Si el eje de la compañía está centrado en sus colaboradores, es lógico pensar que la motivación también repercutirá muy positivamente en la atención al cliente. Al fin y al cabo, los empleados son embajadores de la marca y, al mismo tiempo, ‘clientes internos’ de la firma en la que trabajan.
De la otra cara de la moneda se ubica Hong Kong, con solo 47% de colaboradores a gusto con su actual empleador, luego se posiciona Japón, con 50%; y enseguida Hungría, con 62%.
Miedo a perder el empleo
De acuerdo al mismo estudio, durante el segundo trimestre de 2018, un 4.9% de los empleados señala que tiene “gran temor” a quedar sin trabajo de aquí a 6 meses, 1.5 puntos porcentuales (pp) menos que el trimestre inmediatamente anterior y 0.8 pp menos que hace un año. Con esto, Chile ocupa el lugar número 10 entre 34 naciones en el ranking mundial de profesionales con mayor temor a que su empleador finiquite su contrato durante el próximo semestre, 8 ubicaciones menos que el trimestre pasado; consiguiendo el status de top10 a nivel internacional.
En este aspecto, el primer puesto lo ocupa Japón y Rumania, con 2,7%; en la segunda posición se ubica Checoslovaquia y Nueva Zelanda, ambos con 3,5%; y en tercer lugar se encuentran Austria y Luxemburgo, con 4%; mientras que los trabajadores menos confiados en conservar su empleo están en India, con 17.9%; Estados Unidos, con 14,7% y Malasia, con 13.3%.
El miedo a perder el empleo en Chile bajó tal cual se esperaba, considerando el optimismo que mostraron los chilenos en el último Workmonitor de 2017, con 71% de empleados que señaló tener gran confianza en el buen desempeño de la economía durante 2018 y, por consiguiente, del mercado del trabajo; y también de acuerdo al crecimiento observado en la satisfacción laboral.
De todas formas, se podría pensar que a mayor satisfacción existe un menor temor a ser finiquitado, pero en el mundo de los recursos humanos no existen ecuaciones lógicas, como los demuestran las cifras. Por ejemplo, Estados Unidos es uno de los países con mayor satisfacción laboral, con 80%; y registra uno de los índices más altos de empleados con gran miedo a perder su trabajo durante los próximos 6 meses. Esto debido a hay naciones cuyo concepto de employer branding y el desarrollo de políticas de Employer Value Proposition (EVP) está muy arraigado y desarrollado, pero sus compañías se encuentran insertas en economías muy competitivas.
En cuanto a los rangos etarios, los trabajadores con mayor miedo a perder el empleo se encuentran entre los 55 a 67 años, con 7,6%; seguidos por los de 18 a 24, con 6%; y en tercer lugar por los de 25 a 34 años, con 4,7%, lo que es natural en esta última categoría puesto a que es una etapa laboral bastante competitiva, en la cual los ejecutivos, a pesar de llevar ya algunos años insertos en el mercado laboral, tienen que demostrar sus capacidades para lograr hacer carrera.
Por otro lado, en el rango etario mayor (55 a 67 años), cobra fuerza la irrupción de las nuevas tecnologías y el cambio que éstas han generado en la forma de mirar y entender los negocios, además del impacto que las generaciones Y y Z están teniendo en el mundo laboral, lo que hace que se sientan un poco desventaja; mientras que entre los más jóvenes (18 a 24 años) prima la inestabilidad que sienten al no estar titulados aún –en la mayoría de los caos- o por estar recién incorporándose al mundo del trabajo, una realidad mucha veces desconocida para ellos.
Vale la pena mencionar que, el miedo a perder el empleo depende tanto de factores organizacionales internos como de variables externas de mercado, por ejemplo, la promulgación de una ley que afecte a un rubro en particular. No obstante lo anterior, Chile llegó al puntaje deseado, el que se estipuló por debajo del 5%, haciendo benchmark con los países más desarrollados; y está lejos del 10% registrado en los últimos periodos de 2010 y 2013.
Esto porque una empresa que tenga un número elevado de empleados con gran miedo a ser finiquitado, refleja un mal manejo de los mensajes que se están entregando al interior de la organización y de la gestión del departamento de Recursos Humanos, debido a que más allá de la situación política y económica que atraviese el país en un momento determinado, los profesionales deben tener certezas respecto al futuro de la firma, conociendo el nivel de cumplimiento de los objetivos compañía y los planes para alcanzarlos, además de contar con revisiones de desempeño periódicas.
Es esencial que el trabajador sepa cómo va en la consecución de sus metas y cómo lo apoyamos en su desarrollo. Y en esto la comunicación interna es clave. Por otra parte, es complejo que una persona pueda rendir al 100% si tiene miedo a que lo despidan. Esto afecta enormemente la productividad de la empresa y el clima organizacional.